La carencia de valores, el adanismo y la mendacidad de las izquierdas les permite fingir que defienden desde siempre causas que jamás les importaron, o cuya existencia ignoraban el día anterior
Querido Rambo, gracias por volver a contactar con la redacción de LA BANDERA. Esta semana planteaste dudas sobre el uso de la izquierda zarrapastrosa woke como una brújula moral del revés, porque carecen de valores y son capaces de defender una cosa y la contraria a conveniencia.
En efecto, la carencia de valores, el adanismo y la mendacidad de las izquierdas les permite fingir que defienden desde siempre causas que jamás les importaron, o cuya existencia ignoraban el día anterior, pero es posible graduar la brújula de todas formas.

Ante todo, woke intensitos y sobreactuados
En primer término, amigo boina verde, considera la sobreactuación de la progresía como una metafórica bengala disparada al cielo nocturno que ubica al tirador en una ciénaga moral.
Cuando una causa, justa o no, que siempre les ha traído a los progres al fresco (o directamente ignoraban su existencia) pasa a convertirse en una cruzada laica de un día para otro, los farsantes necesitan generar ruido propagandístico y exhibir aspavientos en su reivindicación para vender a sus estúpidos seguidores que aquella les importaba desde tiempo inmemorial.
En segundo lugar, querido Rambo, está el sentido común: cuando los representantes de la merma odian algo desde el siglo XIX, si repentinamente pasan a defenderlo será por conveniencia, soborno o cualquier otra razón siniestra y destructiva de la libertad.
‘Milagro’: la narcoizquierda brasileña woke a favor de libre comercio
Imagina como está el panorama, Rambo, que estos días presenciamos volantazos ideológicos tan kafkianos como ver a la narcoizquierda brasileña reconvertida en defensora del libre comercio, porque Trump instaura aranceles proteccionistas; o a la progresía europea llamar al rearme contra la inexistente amenaza rusa al continente, justo cuando el líder estadounidense brujulea para detener la guerra de Ucrania.
Sentido común, Rambo: el grotesco belicismo europeo de wokes y falsa derecha se basa en vender la patraña de la necesidad del rearme contra Putin, porque atacará supuestamente a los países que le llenan los bolsillos y financian su esfuerzo bélico comprándole una morterada de gas; negocio del agrado del pragmático ruso, por mucho que en la UE exhiban la repugnante hipocresía de un presunto apoyo a los ucranianos -por un módico precio-.
Por tanto, Rambo, el principio de la brújula del revés resulta siempre infalible para conducirse ante los woke si eres consciente de que sus ‘cambios de opinión’ equivalen a los bandazos de la aguja magnética mientras extraes la brújula de su funda, la ubicas en una posición nivelada y mueves el limbo: a poco que se aquiete, la aguja deja de temblar y vuelve a trazar el eje norte-sur. ¿Ves qué fácil?








