Un vídeo viral en TikTok muestra una amenaza extrema en la entrada de una propiedad que refleja el hartazgo por los continuos robos
Hartos de los constantes robos en el campo. Un cartel metálico colocado a la entrada de una finca de la Comunidad vasca ha encendido el debate en redes. Su tono, tan directo como violento con chorizos y ladrones, ha convertido el vídeo grabado por un usuario de TikTok en uno de los más comentados de los últimos días.
El mensaje no deja lugar a dudas: “Ladrones, manguis, chorizos, chatarreros y desconocidos que no respeten las prohibiciones serán tratados como si hubieran violado a una hija”. El texto termina con una advertencia rotunda en mayúsculas: “¡Estáis avisados!”.
Un segundo letrero, más pequeño, añade otro mensaje tajante: “Si no nos conoces o no te hemos llamado, no sigas. Probablemente no te tratemos bien. Gracias por no molestar”.
El vídeo, compartido por el usuario @justiciero1579, muestra el cartel sobre un fondo blanco y rojo, junto a otros avisos de prohibido el paso. En la grabación se observan varios vehículos y señales que confirman que se trata de una propiedad privada.
Reacciones enfrentadas en redes
El tono del aviso ha generado opiniones opuestas. Algunos internautas aplauden la iniciativa como un ejemplo de defensa de la propiedad privada frente a los continuos robos en el campo. Otros, en cambio, critican la dureza del lenguaje, calificándolo de excesivo y amenazante.
Aunque el vídeo se difundió con humor bajo el título “Los mejores letreros disuasorios del mundo mundial”, muchos apuntan a un trasfondo serio: el cansancio de los propietarios rurales ante la falta de seguridad.
Robos rurales: un problema en aumento
Según recuerda Jara y Sedal, en las zonas rurales de la Comunidad vasca, Navarra o Castilla y León, los robos de herramientas, gasoil y chatarra son una preocupación constante. La Guardia Civil ha advertido en varias ocasiones del aumento de estos delitos, sobre todo en áreas poco vigiladas donde las fincas permanecen vacías gran parte del día.
El cartel, más allá de su tono, refleja el hartazgo de muchos agricultores y ganaderos que sienten que deben proteger por sí mismos lo que la vigilancia pública no alcanza.
