Este nuevo dispositivo no nuclear de dos kilos habría generado una bola de fuego que superó los 1.000 grados Celsius durante más de dos segundos
China está ‘on fire’ y nunca mejor dicho. Mira de frente a la cara de Donald Trump y no se amilana. Por ello un equipo de investigadores de China ha detonado con éxito un dispositivo explosivo basado en hidrógeno en una prueba de campo controlada.
Esto ha provocado reacciones químicas «devastadoras» en cadena pese a no utilizar ningún material nuclear, según un estudio publicado recogido por el periódico South China Morning Post.
La bomba de dos kilos habría generado una bola de fuego que superó los 1.000 grados Celsius durante más de dos segundos, 15 veces más que las explosiones equivalentes de TNT, sin utilizar ningún material nuclear.
Según este medio, el dispositivo utiliza un material de almacenamiento de hidrógeno en estado sólido a base de magnesio, y ha sido desarrollada por el Instituto de Investigación 705 de la Corporación Estatal de Construcción Naval de China (CSSC), un actor clave en sistemas de armas submarinas, según relata el periódico citado.
Este material, un polvo plateado conocido como hidruro de magnesio, almacena más hidrógeno que un tanque presurizado.
Se desarrolló originalmente para llevar el gas a zonas sin red eléctrica. Allí podría alimentar pilas de combustible para generar electricidad y calefacción limpias.
Explosivos convencionales
Al ser activado con explosivos convencionales, el hidruro de magnesio sufrió una rápida descomposición térmica. “Liberando gas hidrógeno que se encendió en un infierno sostenido”, dijeron los investigadores de China.
Se cree que el poder destructivo del nuevo dispositivo explosivo de China no reside en su presión de explosión, sino en su capacidad de generar calor extremo. Además, sus propiedades también permiten «un control preciso sobre la intensidad de la explosión, logrando fácilmente la destrucción uniforme de objetivos en vastas áreas».








