El Reino Unido sigue rebelándose contra la llegada masiva de extranjeros ilegales
La localidad de Crowborough vivió el pasado domingo una masiva protesta vecinal contra el plan del Gobierno británico de albergar a 540 inmigrantes irregulares en un antiguo cuartel militar. Durante la concentración, algunos participantes instaron públicamente a los residentes a dejar de pagar el impuesto municipal como medida de presión.
La marcha fue la primera de tres protestas organizadas por los propios vecinos, apoyadas por el grupo Crowborough Shield, tras el anuncio de que el Campo de Entrenamiento de Crowborough será cedido por el Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior por un periodo de doce meses para alojar temporalmente a estas personas. El objetivo del Gobierno es cerrar progresivamente los hoteles de asilo distribuidos en distintas partes del país.
Los manifestantes portaron pancartas y camisetas blancas, coreando consignas como “Envíenlos a casa”. Según la Policía de Sussex, la protesta transcurrió sin incidentes y no se registraron detenciones.
Entre los oradores más destacados estuvo Sarah White, activista local de 40 años, conocida por haber sido arrestada en el pasado tras escalar un edificio del consejo para desplegar una bandera británica. White declaró ante los asistentes que ya había dejado de pagar su impuesto municipal, argumentando que “a los concejales y a la policía no les importan” las preocupaciones de los vecinos.
La activista recordó sus protestas frente al Hotel Bell de Epping, donde decenas de residentes denunciaron la presencia de inmigrantes irregulares y los delitos asociados. Por ello, animó a los presentes a seguir su ejemplo: “He dejado de pagar mi impuesto municipal. Animaría a todo el mundo a que haga lo mismo”.
Cabe destacar que, según la legislación británica, el impago del impuesto municipal puede acarrear multas, deducciones salariales e incluso penas de prisión.
Por su parte, el Gobierno asegura que el recinto contará con medidas de seguridad estrictas, incluyendo controles de antecedentes mediante datos biométricos y vigilancia las 24 horas. Sin embargo, el consejo del distrito de Wealden se ha mostrado contrario al plan. Su líder, James Partridge, afirmó en noviembre que los vecinos están “justificadamente muy preocupados” por la llegada de 540 hombres solos a una zona aislada con recursos limitados.












