La situación generada por la dictadura comunista es muy crítica: la destrucción física se observa en edificios históricos de La Habana
Cuba cada vez se parece más a la Franja de Gaza, o viceversa. Las comparaciones son horribles, y especialmente en este caso, pero la sensación de ruina en ambos espacios geográficos para sus habitantes es la misma.
Si nos acercamos a Cuba, país cada vez más olvidado por Europa y dejado de la mano de Dios, la situación hoy es extrema en lo económico, energético, social, político y sanitario. Un auténtico desastre. Son las consecuencias, cada vez más visibles, del comunismo y el Castrismo indefinido.
Muchos hispano cubanos que actualmente residen en España han reconocido el agravamiento de la situación en la isla y su profunda preocupación ante el estado de sus familiares. A pesar de esta realidad, los medios de comunicación apenas dan cuenta del estado crítico de Cuba.
Cuba derruida
Y a estas alturas del cuento comunista-castrista, que sigue defendido la izquierda de España, ya se puede hablar de una Cuba derruida. Es decir, una país que vive marcado por una severa crisis económica, con infraestructuras en mal estado. A lo que se une una brutal escasez de productos básicos, más la angosta crisis energética y social.
La destrucción física se observa en edificios históricos que se desmoronan en ciudades como La Habana, mientras que la crisis económica se evidencia en la desindustrialización y una economía que depende de importaciones.
Crisis humanitaria
La situación de crisis humanitaria se agrava con problemas de suministro de agua y electricidad, hambruna, y un aumento de la delincuencia. Cuba es la perfecta imagen de la decadencia social… A lo que hay que unir el problema sanitario global, consecuencia de los aspectos anteriores.
Lo recogía El País no hace mucho. A finales de este verano, la gente en Cuba, sobre todo al occidente de la isla, se preguntaba qué enfermedad “rara” que los tenía encamados, con dolores e inflamación en el cuerpo… Fiebres de hasta 40 grados, vómitos, diarreas, cefaleas, e incluso manchas en la piel.
En Matanzas, epicentro del desastre, familias enteras reportaron contagios, que luego se extendieron a cada barrio, más tarde a toda la provincia, hasta abarcar casi el país entero.
La realidad: Cuba atraviesa una crisis epidemiológica combinada, con la presencia, a la vez, de dengue, oropouche y chikungunya, que hasta ahora las autoridades habían pretendido soslayar.
La intelectual cubana Alina Bárbara López había asegurado en Facebook que las autoridades estaban “manipulando” la “situación gravísima” en Matanzas, la ciudad donde vive. “La orden de desmentir los fallecidos por arbovirosis está dada”, comentó. Es algo propio del comunismo.
Sin transparencia
A falta de la transparencia, han sido los propios ciudadanos quienes se han encargado de denunciar, alertar y visibilizar una situación que hoy padecen en Cuba desde niños hasta ancianos.
Los cubanos que viven allí aseguran, como recoge El País, que el abandono sistémico en Cuba los ha llevado a este punto. No solo lidian con las largas horas de apagones y la falta de agua. La proliferación de basura en cada esquina se ha hecho ya parte del paisaje diario.
Un ejemplo. Fuentes oficiales han declarado que, solamente en La Habana, donde se acumulan 30.108 metros cúbicos al día, el pasado año más del 40% de los camiones recolectores estaban fuera de servicio.
Deriva epidemiológica
Otras cuestiones de infraestructura que han contribuido con esta deriva epidemiológica son la falta de fumigación para controlar los mosquitos a causa del poco combustible, la ausencia de pesquisas o los constantes salideros de agua que se acumula o estanca.
La crisis epidemiológica, además, se ve agravada por la falta de reactivos en los laboratorios para hacer diagnósticos. Y la escasez del 70% de los medicamentos en las farmacias cubanas les hace imposible atacar los síntomas.
Aun así, el ministro de Salud Pública aseguró con desfachatez que “la situación está bajo control”. “Tenemos que transmitirle a la gente que no dejamos de saber que tenemos problemas, pero que estamos haciendo todo por salvarle la vida”.
Eso en cuanto a la situación sanitaria. Pero Cuba y sus problemas van más allá y por eso su población se está reduciendo drásticamente.
Cuba vive su mayor colapso
Y como recoge la Universidad de Navarra, el Gobierno cubano admitió el pasado mes de noviembre que en 2024 la isla vivió otro año de recesión y evitó cualquier optimismo para 2025.
Los expertos hablan de la peor crisis en la historia de Cuba independiente. Así, Javier Corrales, profesor de Ciencia Política, advierte de que Cuba está en su peor crisis desde que se independizó de España a raíz de la guerra de 1898. “La economía de Cuba está en medio de su mayor colapso, quizá desde su independencia en 1902“, afirma.
No es solo el PIB: en los últimos diez años la isla ha sufrido escasez de productos de consumo básico, alta inflación, descenso de las inversiones, empeoramiento de las cosechas, repetición de apagones eléctricos… Mientras que “la pobreza y la desigualdad están más altas que nunca”.
También ‘The New York Times’ concluye que Cuba está “en su peor crisis” desde que Fidel Castro tomó el poder hace 66 años, el 1 de enero de 1959. Fatídica fecha para los cubanos.
Entre otros aspectos, refiere que el turismo ha caído casi un 50% desde 2017. Y los apagones generales hablan de un colapso al que se ve difícil remedio mientras el régimen no se atreva a profundas reformas o a dejar la isla, algo improbable.
Inflación y pobreza
El Gobierno ha ido tomando algunas medidas, pero de cara a la galería. Es lo que ha ocurrido con el Programa de Estabilización Macroeconómica (PEM) para el pasado año. Preveía implementar medidas urgentes para desacelerar la inflación, generar ingresos en divisas para el país, fortalecer a la empresa estatal socialista y el proceso de bancarización.
Pero, el Gobierno decidió eliminar el subsidio a la gasolina que había mantenido desde 1959. Por ello el precio del combustible aumentó más del 500%. Asimismo, se incrementó un 25% la tarifa eléctrica a aquellos con un consumo por encima de los 500 kWh.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos contradice a su Gobierno. Indicaba que en 2023 la pobreza extrema había subido 13 puntos en un año y se había situado en el 88%, en 2024 la situación se había agravado aún más. Esos informes indican que siete de cada 10 cubanos han dejado de desayunar, almorzar o cenar debido a la falta de dinero o la escasez de alimentos.
Déficit y deuda
Por otro lado, el déficit fiscal de Cuba en 2022 y en 2023 fue del 13% del PIB, y nada hace prever que haya habido una especial corrección en 2024… Teniendo en cuenta el mal comportamiento del sector externo y del turismo registrado.
En diciembre de 2023 el comercio internacional de bienes había caído un 11% respecto a diciembre del ejercicio anterior, especialmente afectado por la disminución de las exportaciones de níquel y sus derivados. También influyeron las menores ventas exteriores de líquidos alcohólicos y de azúcar.
Las compras en el exterior, por otra parte, también cayeron en 2023, sobre todo las destinadas a la adquisición de combustibles. Todo ello ha aumentado la presión sobre el endeudamiento del estado.
Penetrante olor a basura
Por ello, por todo ello, como refleja la CNN en un amplio reportaje, “el olor de la basura es penetrante y se intensifica bajo el sol caribeño. Los desechos acumulados son tantos que toda una calle de La Habana, alejada de la zona turística, quedó bloqueada al tránsito”.

No se trata de una huelga de los recolectores en la capital, sino que no pasan con la frecuencia necesaria y dejan una imagen más de las que se volvieron cotidianas en Cuba en el último año, como los apagones o los cortes de agua, en medio de una crisis económica y energética que azota a la isla y que las autoridades ya no intentan negar.
La economía de Cuba cayó 1,1 % en 2024, según el Gobierno, que desde fines de 2023 habla de una “economía de guerra”.
Apagones y más apagones
“Estamos en recesión, una situación bastante complicada. En un país en el que los apagones llegan a 20 horas en algunas localidades, el aparato productivo no funciona”, dijo a CNN el economista e investigador Everleny Pérez Villanueva. Y describe la situación de la recolección de desechos en la capital, donde vive. “Salgo con mi carro y no hay semáforos en la ciudad, hay zonas complicadas de alta velocidad”.
Además, la Unión Eléctrica de Cuba, informa a diario a cuánto llega el déficit energético entre la disponibilidad y la demanda. Ya es habitual que los apagones simultáneos superen el 40% del país, lo que obliga a cambiar rutinas.
“Afectan a todo el mundo, resulta complicada la conexión. Yo tengo que estar conectado siempre, si no, pierdo clientes”, dice Lázaro Hernández a CNN, un fotógrafo de 38 años que trabaja con turistas en La Habana. “Hay programas que dicen el horario que toca el corte, uno se va guiando para estar atento a cuándo toca y organizarse”, agregó.
Los ciudadanos cubanos, los que sufren
“Uno trata de mostrar lo más bonito. El objetivo de poder hacer turismo es que te enamores de Cuba, a pesar de las dificultades”, dice a CNN Jorge Pérez, un guía turístico que trabaja en el sector desde 2018, entre otras actividades profesionales. “Cuando viajamos a las provincias se dificulta un poco más. Trinidad está muy afectada por los apagones. Pero muchos clientes lo ven más como una experiencia. Para el cubano es una experiencia amarga, sufrimos todo eso”, relató.

El sistema energético acarrea años de falta de mantenimiento e inversión. La situación se agravó con la temporada de huracanes del año pasado, que derivó en varios colapsos generales a fines de 2024 y generó algunas protestas callejeras, pero protestar en Cuba está más que penado…
Y a modo de conclusión, y según las últimas noticias reportadas por RTVE, la situación en Cuba a finales de 2025 sigue marcada por una profunda crisis económica, problemas energéticos y restricciones a la prensa y los derechos civiles.
Crisis energética
- Apagones generalizados: La isla ha sufrido múltiples apagones nacionales y parciales a lo largo del año. En septiembre de 2025, un fallo dejó sin luz a nueve millones de personas.
- Afectación económica y social: En octubre de 2025, el gobierno cubano suspendió la actividad laboral y docente para afrontar la crisis eléctrica, con cortes de más de 24 horas en algunas zonas y de al menos seis horas en La Habana.
Economía
- Recesión y escasez: El panorama económico es sombrío, con un crecimiento negativo pronosticado para 2025 y un PIB casi nulo para 2026, según la CEPAL. La escasez de alimentos y medicinas es crónica.
- Críticas a las medidas económicas: El economista Carmelo Mesa-Lago ha calificado las políticas del gobierno como «parches» que no resuelven la falta de una reforma profunda.
Situación política y derechos civiles
- Restricciones a la libertad de prensa: Cuba continúa siendo uno de los peores países para ejercer el periodismo, con los medios de comunicación controlados por el Estado.
- Destitución de una ministra: En julio de 2025, el gobierno destituyó a la ministra de Trabajo y Seguridad Social tras la indignación popular por unos comentarios despectivos hacia los mendigos.
- Represión de protestas: Aunque las noticias más recientes se centran en la crisis energética, la represión de las protestas es un problema recurrente que ha llevado a detenciones masivas en el pasado.
Otros eventos
- Sanidad: En octubre de 2025, el gobierno cubano reconoció un aumento importante de casos de dengue, chikunguña y oropouche.
- Fallecimiento de una ex Pantera Negra: En el mismo mes, RTVE informó del fallecimiento de Assata Shakur, una ex Pantera Negra que vivía refugiada en la isla.
- Relaciones con EE.UU.: Las relaciones con Estados Unidos siguen siendo tensas, con un endurecimiento de las restricciones económicas por parte de EE.UU. en julio de 2025.








