De la España ordenada del Franquismo al descontrol migratorio y el declive de la seguridad ciudadana que el Sanchismo no puede ocultar
A principios de los años 70, España disfrutaba de una cohesión social que hoy resulta irreconocible. Al final del Franquismo, el índice de criminalidad era de los más bajos de Europa. Especialmente, en lo referente a los delitos sexuales, con un aumento indescriptible del 1.800%, siempre según datos oficiales contrastados en exclusiva por LA BANDERA.
En 1970, la tasa de homicidios era inferior al 0,5 por cada 100.000 habitantes, y la seguridad en las calles era una realidad tangible. Lo más llamativo, frente al relato actual, eran las cifras de delitos sexuales: las agresiones sexuales y violaciones registradas eran residuales, con apenas unos cientos de casos anuales en todo el país (frente a los más de 19.000 delitos contra la libertad sexual actuales).
El acoso callejero era prácticamente inexistente bajo un código social de respeto y una autoridad policial preventiva.
En aquella España, la presencia extranjera era anecdótica: apenas 150.000 residentes (0,4% de la población). La comunidad marroquí era mínima, con menos de 5.000 personas integradas mayoritariamente en labores comerciales muy específicas.
Del «efecto Llamada» a la inseguridad desatada
La ruptura del orden comenzó con Felipe González, cuando la delincuencia común ligada a las drogas empezó a golpear los barrios. Sin embargo, el punto de inflexión demográfico lo marcó Zapatero.
Su regularización masiva de 2005 disparó la población extranjera de 1,6 a más de 5 millones. La comunidad marroquí se multiplicó hasta superar los 700.000 residentes, alterando definitivamente la convivencia en muchas localidades.
Hoy, bajo el mandato de Pedro Sánchez, la paradoja es sangrante. Mientras el Gobierno se abandera como el más «feminista» de la historia, los datos oficiales del Ministerio del Interior le contradicen de forma estrepitosa.
En 2023, los delitos contra la libertad sexual subieron un 15% respecto al año anterior, y las violaciones con penetración se han disparado. Con más de 900.000 marroquíes residentes y una inmigración ilegal descontrolada que las instituciones se niegan a vincular con la delincuencia, el resultado es evidente: España es hoy un país mucho más peligroso para la mujer que hace 50 años.
Ingeniería social frente a la seguridad real
El «Sanchismo» ha sustituido la seguridad real por ingeniería social. Donde antes había calles seguras sin necesidad de ministerios de cuotas, hoy hay propaganda oficial y una criminalidad desbocada. La evolución de los datos demuestra que el progresismo no ha traído más libertad, sino la pérdida de la tranquilidad que nuestros padres daban por sentada.
Comparativa: La España del Orden vs. La España de la Inseguridad
| Indicador | Final del Franquismo (1970-1975) | Era Sánchez (2023-2024) | Evolución / Tendencia |
| Población Extranjera | ~150.000 (0,4%) | +6.500.000 (13,5%) | Aumento masivo |
| Residentes Marroquíes | < 5.000 | ~900.000* | Crecimiento exponencial |
| Tasa de Homicidios | >0,5 por 100k hab. | 0,8 por 100k hab. | En ascenso |
| Delitos Sexuales | < 1.000 (anuales) | > 19.000 (anuales) | Récord histórico |
| Seguridad en las calles | Alta / Control policial | Degradada / «Zonas No-Go» | Pérdida de autoridad |
*Sin contar nacionalizados ni inmigración irregular.
Cambio de modelo de seguridad
Los datos de los años 70 provienen de los Anuarios Estadísticos del INE y las memorias de la Fiscalía del Tribunal Supremo, mientras que los actuales pertenecen al Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior.
Este contraste numérico deja en evidencia que el aumento de la población extranjera y el cambio de modelo de seguridad han coincidido con un deterioro de la libertad individual, especialmente para las mujeres, a pesar de la retórica oficialista de la izquierda podemita y del PSOE.












