España es un paraíso criminal, las órdenes de expulsión no se ejecutan y estamos importando delincuentes extranjeros
La Policía Nacional ha detenido en Granada a un inmigrante marroquí de 35 años, con antecedentes policiales y un decreto de expulsión del país por un periodo de 5 años, por haber sustraído un teléfono móvil del interior de un vehículo. Los agentes detuvieron al marroquí instantes después del suceso, cuando era perseguido por el propietario del mismo y lo recuperaron en perfecto estado.
Los agentes se encontraban patrullando por el distrito Norte cuando, en torno a las once de la mañana, observaron a dos varones corriendo por la Avenida Federico García Lorca. El segundo perseguía al primero y le gritaba que le devolviese su teléfono.
Al ver el vehículo policial, éste último, de nacionalidad polaca y con domicilio en Pamplona, se dirigió a uno de los agentes al que contó que el marroquí al que perseguía, acababa de pasar caminando junto a su coche y le había robado su teléfono móvil que había depositado sobre el salpicadero de su coche. Ni él ni su pareja habían tenido tiempo de hacer nada para evitarlo.
Mientras tanto, el otro agente indicó al ladrón que se detuviese a lo que hizo caso omiso, continuando con la huida a la carrera, y finalmente, tras una persecución de unos 300 metros, lo alcanzó. En el cacheo preventivo de seguridad, el policía halló el móvil robado, cuyo propietario valoró en 1.200 euros, encontrándolo en el interior de uno de los bolsillos de su pantalón.
España se está convirtiendo en un paraíso criminal, las órdenes de expulsión no se ejecutan y estamos importando delincuentes extranjeros.








