Tras las graves, asquerosas y degradantes acusaciones de acoso sexual y mensajes de gastronomía sexual con sello PSOE del ‘gorrino’
Francisco Luis Fernández Rodríguez, alcalde de Belalcázar (Córdoba) y militante del PSOE, ha presentado su dimisión este viernes tras las graves acusaciones de acoso sexual hacia una trabajadora municipal que han salido a la luz en los medios. La renuncia del ya conocido como ‘gorrino cordobés’, comunicada a la dirección provincial del PSOE en Córdoba, pone fin a un mandato marcado por el escándalo, que ha generado un fuerte revuelo en la política local andaluza.
Según fuentes del partido, Fernández Rodríguez ha renunciado a todos sus cargos públicos, alegando las «acusaciones de acoso» publicadas en la prensa como motivo principal.
El PSOE ha confirmado la dimisión, destacando que se produce en medio de un contexto de denuncias que involucran mensajes de carácter sexual enviados a una subordinada en el Ayuntamiento. Aunque el partido no ha proporcionado detalles adicionales, la decisión parece ser una respuesta directa a la presión mediática y a la posible investigación interna.
Este caso no surge de la nada. Ya en publicaciones previas, como la aparecida en La Bandera, se denunciaba el comportamiento del alcalde, al que se definía sin rodeos como un «gorrino socialista de Córdoba» por su supuesta afición a proposiciones explícitas y degradantes.
En ese artículo, se reproducían mensajes atribuidos a Fernández Rodríguez, como «¡Me dejas que te lo coma para ver si se me empina!» o «Echas de menos una buena comida de almeja«, enviados de manera insistente desde marzo de 2023 hasta principios de 2025. Estas expresiones, calificadas de acosadoras y abusivas, ilustraban un presunto abuso de poder que contrastaba con la imagen feminista que el PSOE promueve a nivel nacional.
La publicación en La Bandera criticaba duramente la hipocresía del PSOE, acusándolo de proteger a sus miembros mientras abandera campañas contra la violencia de género.
Se mencionaba, por ejemplo, el Ministerio de Igualdad como un «chiringuito» para colocar afines, y se ironizaba sobre las «feministas de salón» del PSOE que solo reaccionan cuando los escándalos se hacen públicos.
Además, el texto aludía a una declaración de alcaldesas socialistas en Córdoba, que condenaban «cualquier forma de acoso o comportamiento machista» con «tolerancia cero», pero lo tildaba de «falsario» ante la acumulación de casos similares en el partido.
Oleada de escándalos en el PSOE
La dimisión de Fernández Rodríguez se enmarca en una oleada de escándalos dentro del PSOE andaluz y nacional, donde otros incidentes de acoso han salpicado a cargos públicos.
Fuentes cercanas indican que la víctima presentó pruebas, pero el hermetismo inicial del partido podría haber dilatado la acción judicial. Ahora, con la renuncia efectiva, se espera que se inicie una investigación independiente para esclarecer los hechos.
Este episodio resalta las tensiones internas en el PSOE, un partido que se presenta como defensor de los derechos de las mujeres, pero que enfrenta críticas por su manejo de denuncias internas. La conexión con la denuncia previa en LA BANDERA subraya cómo la exposición mediática ha sido clave para forzar la dimisión del que fue calificado como «gorrino cordobés», un término que encapsula la indignación por su presunto comportamiento.








