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El enemigo ya nos ha invadido, y no hablo de Putin

Según los burócratas de la Unión Europea, la invasión de Putin es inminente. Ya podemos oler la pólvora de los proyectiles rusos, nos dicen. Tanto es así que no solo se nos insta, sino que se nos exige estar preparados para resistir una catástrofe climática, bélica o incluso nuclear durante al menos 72 horas. El manual de supervivencia es claro: cada ciudadano debe contar con un kit de emergencia que incluya agua, alimentos no perecederos, linterna, cargador de móvil, radio y, por supuesto, documentación de identidad y dinero en efectivo. Lo que no nos han aclarado es si estas recomendaciones también aplican a los inmigrantes indocumentados que se mueven con total impunidad por territorio nacional.

De indocumentados a ciudadanos de pleno derecho

Muchos de los que llegaron a España sin papeles han regularizado su situación con el tiempo. Algunos poseen permisos de residencia, otros han nacido aquí y no son pocos los que incluso están fichados por los servicios de inteligencia por su actividad en redes sociales, donde difunden discursos yihadistas sin el menor recato.

Un caso paradigmático es el del ‘tiktoker’ Said Bengag, quien, con más de 400.000 seguidores, utilizaba su plataforma para incitar a cometer atentados. Resulta paradójico que en España, si insultas a un futbolista, en menos de 24 horas puedes ser citado a declarar; sin embargo, es posible difundir propaganda islamista ante cientos de miles de personas durante tanto tiempo sin mayores consecuencias.

Y no, no se trata de un hecho aislado. Solo en la última semana, en este país que supuestamente está bajo la amenaza del Kremlin, se han realizado múltiples detenciones de individuos vinculados al terrorismo islámico. En los últimos tres meses, más de 40 extremistas han sido arrestados. La pregunta es: ¿de cuántas de estas detenciones ha oído hablar usted, estimado lector?

El enemigo que sí está entre nosotros

Desde Bruselas nos han dejado claro lo que necesitamos en caso de ataque ruso: una radio, latas de comida, una linterna y un cargador de móvil. Sin embargo, no nos han informado de cuál sería el ‘kit de supervivencia’ en caso de atentado terrorista, una amenaza mucho más probable y cercana que cualquier otra.

Pero claro, señalar esto es políticamente incorrecto. Cuestionar el discurso oficial es cosa de “ultraderechistas”. En una sociedad anestesiada y carente de espíritu crítico, el ciudadano medio prefiere mirar hacia otro lado antes que reconocer la evidencia: el enemigo no es Rusia, no es Trump, ni el cambio climático: la amenaza real es el islamismo radical, y ya está aquí.

Si aún tienen dudas, pregunten a los familiares de los tres agricultores asesinados hace unos meses en Navarra y Cataluña. Ellos podrán opinar sobre cómo un magrebí, condenado por terrorismo y bajo vigilancia con una pulsera de localización, logró burlar el sistema, arrancársela y llevar a cabo estos atroces atentados con absoluta impunidad.

Sálvese quien pueda.

2 Comments

  1. Eugenio Gallego Méndez
    Sáb 29 marzo 2025 @ 11:49

    El Europeo y el Español (no todos) en particular, presumimos de corbata sin darse cuenta que no es una corbata, es una soga de la que colgaran algún día, si esto no se soluciona.

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