Nuevas informaciones publicadas de la ‘trama Ábalos’
Entre 2020 y 2021, el círculo cercano del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero intensificó sus gestiones para facilitar la entrada de la consultora Acento, fundada por el exministro José Blanco, en el Ministerio de Transportes. En aquel momento, el departamento estaba bajo la dirección de José Luis Ábalos, quien se convirtió en uno de los principales objetivos de estas maniobras de intermediación.
Uno de los actores clave fue Antonio Hernando, exdirigente socialista que se incorporó a Acento tras un periodo alejado de la primera línea política. Hernando actuó como enlace directo con el Ministerio, enviando numerosos mensajes de WhatsApp a Ábalos con el propósito de concertar reuniones y trasladar asuntos relacionados con los intereses de la consultora en áreas estratégicas del departamento.
De acuerdo con los mensajes publicados por Vozpópuli, la actitud del entonces ministro fue correcta pero marcadamente distante. A lo largo de las conversaciones —que se extienden desde octubre de 2020 hasta mayo de 2021, poco antes del relevo político de Ábalos—, sus respuestas fueron breves y poco comprometidas. En la mayoría de los casos, se limitaba a contestaciones escuetas como “ok”, y solo en contadas ocasiones solicitaba aclaraciones adicionales.
Una relación más fluida con el secretario de Estado
El intercambio de mensajes muestra un contraste significativo entre el trato dispensado por Ábalos y el que Hernando mantenía con el entonces secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura. Con este último, la comunicación era más frecuente y directa, mientras que con el ministro predominaban las evasivas y la falta de concreción, lo que evidenciaba una mayor cercanía del lobby vinculado a Zapatero con los niveles intermedios del Ministerio que con su máximo responsable.
El primer contacto documentado data del 25 de octubre de 2020, cuando Hernando solicitó una reunión a Ábalos con un mensaje en el que afirmaba: “Quiero pedirte una cosa y también ayudar”. El ministro respondió de forma educada, asegurando que intentaría encontrar un espacio en su agenda. Sin embargo, con el paso de los meses, las reiteradas insistencias no se tradujeron en encuentros efectivos.
Durante ese periodo, Hernando envió recordatorios, enlaces a informaciones periodísticas y solicitudes para mantener reuniones breves en las que abordar cuestiones de interés, como la posible participación de Acento en operaciones relacionadas con compañías como Iberia o Air Europa. Pese a ello, los avances fueron mínimos.
Incluso cuando Hernando trató de coordinar reuniones aprovechando encuentros ya previstos con Pedro Saura fuera del Ministerio, Ábalos se mostró reticente. En uno de los intercambios, al conocer que la reunión no tendría lugar en su despacho, el ministro zanjó la cuestión con un escueto: “Entonces nada”. La dinámica se repitió durante meses sin que las gestiones fructificaran.












