La masacre contra los cristianos se incrementa en África ante el silencio de buena parte de la comunidad internacional
El grupo terrorista Estado Islámico ha vuelto a atacar a comunidades cristianas en el este de la República Democrática del Congo, en un aumento significativo de la violencia yihadista que afecta con especial fuerza a la región de Lubero, en Kivu Norte. Según informó el diario La Razón, citando el semanario oficial del grupo, An Naba, combatientes vinculados a Daesh habrían asesinado a diez cristianos, matado a soldados que protegían la zona y destruido viviendas e iglesias en varias aldeas.
Los ataques, según el comunicado de propaganda, ocurrieron en la última semana en distintas localidades de Lubero e Ituri. El boletín describe incursiones dirigidas contra poblaciones cristianas, incluyendo asesinatos, incendios y secuestros, calificándolos explícitamente como parte de una “guerra religiosa”. La Razón destaca que los terroristas ofrecen relatos detallados de los hechos, un patrón habitual en sus comunicados.
En las últimas semanas, tanto la ONU como fuentes internacionales han denunciado masacres recurrentes en Lubero, atribuidas a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo yihadista afiliado al Estado Islámico en África Central (ISCAP). Los ataques coordinados han dejado decenas de civiles muertos y han convertido a Lubero en uno de los principales focos de persecución contra cristianos en África, con asesinatos selectivos, quema de templos y desplazamientos forzosos de la población.
La respuesta internacional sigue siendo insuficiente, mientras los yihadistas aprovechan la debilidad del Estado congoleño y la porosidad de la frontera con Uganda para continuar una campaña de terror sostenida en la región.








