La masacre islamista contra los cristianos sigue silenciada por buena parte de la comunidad internacional
El Estado Islámico ha vuelto a situar a África Central y África Austral en el centro de su actividad violenta. En la edición número 522 de su boletín An-Naba, la organización yihadista asegura haber matado a 91 cristianos en distintos ataques ocurridos recientemente en la República Democrática del Congo (RDC) y Mozambique. Aunque los datos proceden únicamente de sus propios canales propagandísticos, coinciden con el incremento real de atentados y matanzas registrado en la región durante los últimos meses.
Aumento de los ataques en la República Democrática del Congo
Según el comunicado, la denominada “provincia” del grupo en África Central habría asesinado a 80 cristianos congoleños, además de incendiar varias decenas de viviendas en el este del país. La zona sufre desde hace años la presencia de ISCAP, la filial del Estado Islámico responsable de repetidas matanzas contra comunidades rurales y poblaciones cristianas.
Violencia en el norte de Mozambique
El boletín también afirma que en el norte de Mozambique murieron 11 cristianos y fueron destruidas cuatro iglesias y cientos de viviendas. En esta región opera la filial mozambiqueña del grupo, activa desde 2017 y conocida por sus ataques contra aldeas de mayoría cristiana y contra infraestructuras básicas.
Asesinato de un general nigeriano
El informe yihadista incluye además la supuesta captura y ejecución de un general del Ejército de Nigeria en una emboscada en el norte del país. A diferencia de otras cifras, este hecho sí cuenta con corroboración parcial, ya que medios locales y analistas de seguridad confirmaron en semanas previas la difusión de imágenes del militar asesinado por ISWAP, la rama nigeriana del Estado Islámico.
Una región desbordada por la expansión yihadista
Aunque las cifras globales no han sido verificadas de forma independiente, las reivindicaciones reflejan un alarmante repunte de la persecución contra cristianos y civiles en la región. En la RDC, diversas organizaciones humanitarias han documentado en los últimos meses masacres recurrentes en aldeas cristianas atribuidas a grupos yihadistas.
Tanto África Central como África Austral atraviesan un momento crítico marcado por la expansión del terrorismo islamista en Congo, Mozambique y Nigeria. La falta de presencia estatal en áreas rurales, la debilidad institucional y la capacidad de expansión de las franquicias del Estado Islámico están impulsando una creciente ola de violencia religiosa, donde la Iglesia y otras estructuras comunitarias siguen siendo uno de los pocos apoyos para la población local.







