También ha confirmado que los hijos de solicitantes de asilo podrán ser deportados
El Gobierno del Reino Unido ha introducido un cambio relevante en su política migratoria. El Ejecutivo liderado por Keir Starmer ha admitido que los hijos de solicitantes de asilo cuya petición haya sido rechazada podrán ser expulsados del país incluso si nacieron en territorio británico. Hasta ahora, esta posibilidad había sido descartada por las autoridades.
Londres acelerará las expulsiones de familias completas
El ministro de Seguridad Fronteriza y Asilo, Alex Norris, explicó en una entrevista publicada por The Telegraph que “nadie sin derecho a estar aquí se quedará”, dejando claro que el Ministerio del Interior agilizará los procesos de deportación.
Esto incluye a familias enteras y también a menores, incluso a aquellos niños que hayan nacido en Reino Unido pero cuyos padres no cuenten con estatus migratorio legal.
Más dinero para quienes acepten regresar voluntariamente
Paralelamente, el Gobierno británico estudia aumentar de forma notable la cantidad económica destinada a quienes decidan volver voluntariamente a su país de origen.
Actualmente, la ayuda es de 3.000 libras, pero podría elevarse hasta 10.000 libras para reducir el elevado coste de mantener a miles de migrantes alojados en hoteles.
Expertos y organizaciones ya han advertido que esta medida podría generar un efecto llamada, atrayendo a personas interesadas en obtener la compensación económica.
Restricciones a las apelaciones y al uso del Artículo 8
Otra de las prioridades del Ejecutivo es limitar las apelaciones presentadas fuera de plazo y restringir el uso del Artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que protege el derecho a la vida familiar.
El objetivo es evitar que este recurso legal retrase las deportaciones y asegurar que los procedimientos se lleven a cabo con mayor rapidez.








