El Ministerio de Educación solicita que esta lengua pueda estudiarse en la red de colegios para hijos de funcionarios de la Unión Europea
El Gobierno de Pedro Sánchez lo quiere dar todo para mantener el cariño con Junts y Puigdemont. Especialmente antes de la votación sobre la cuestión de confianza al presidente y con el apoyo al catalán.
De esta manera, como adelanta El Mundo hoy, el Ministerio de Educación está maniobrando para que el catalán pueda empezar a estudiarse como materia optativa a partir del próximo curso en las Escuelas Europeas.
Se trata de la red de centros educativos creados conjuntamente por los gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Y destinados, prioritariamente, a escolarizar a los hijos de los trabajadores de las instituciones europeas, de diplomáticos y de trabajadores de la OTAN.
Otra Lengua Nacional
El Ministerio de Pilar Alegría ha solicitado formalmente, como confirma El Mundo, que la “inclusión del catalán como Otra Lengua Nacional (OLN)” se aborde en una reunión del Comité Mixto de Enseñanza (CME). Esta se celebrará los próximos 13 y 14 de febrero.
Si de esta reunión surge una opinión favorable a la inclusión del catalán como materia optativa para el curso 2025-2026, se tomará una decisión final sobre el asunto. Será en el mes de abril en el Consejo Superior.
En su solicitud, el Ministerio de Educación alega que “la diversidad lingüística es un elemento esencial de la identidad nacional y del sistema constitucional de España”.
El Gobierno quiere financiar el coste del catalán en la UE
Según cita El Mundo, el Gobierno de España se ha ofrecido a financiar el coste de la incorporación del catalán como lengua optativa en esta red de escuelas de la UE y ha demandado que su solicitud sea atendida alegando que el catalán es lengua oficial en España como lo es el maltés en Malta o el gaélico en Irlanda.
Pero señala El Mundo que Ejecutivo español intenta la inclusión del catalán en las Escuelas Europeas para sentar un precedente y tratar de volver a abordar la oficialidad del catalán en las instituciones europeas que, por el momento, ha sido rechazada por el Consejo de la UE.
