Si el trabajador se jubila anticipadamente, se aplicarán coeficientes reductores de su pensión en función del tiempo de anticipo y los años cotizados
El percibido gobierno ‘progresista’ de Sánchez y la ultraizquierda de Sumar ha subido nuevamente la edad de jubilación. A partir del 1 de enero, los trabajadores que deseen jubilarse con el 100 % de la pensión deberán haber cumplido 66 años y ocho meses. El cambio -y las penalizaciones por jubilación anticipada voluntaria o forzosa- afectan a quienes tengan menos de 38 años cotizados.
En otros términos, quienes acrediten 38 años y 3 meses de cotización a la Seguridad Social podrán seguir jubilándose a los 65 años sin que se les aplique penalización por parte de la Seguridad Social.
Jubilación anticipada voluntaria y forzosa
La Seguridad Social permite a los trabajadores acceder a la jubilación anticipada voluntaria hasta 24 meses antes de la edad legal, siempre que hayan cotizado al menos 35 años. En casos de carreras laborales extensas, el retiro puede adelantarse a los 63 años.
Para poder acogerse a esta modalidad, es imprescindible que la pensión a percibir supere la pensión mínima que le correspondería al trabajador al cumplir los 65 años; de no ser así, no podrá anticipar su retiro.
Si la jubilación anticipada es forzosa, el adelanto máximo es de 48 meses respecto a la edad ordinaria de jubilación. De este modo, en 2025 se podrá acceder a esta modalidad con 62 años y 8 meses cumplidos y un mínimo de 33 años cotizados. Para quienes tengan trayectorias laborales más largas, la edad mínima se reduce a 61 años.
Lo que le quita el Estado a los pensionistas por jubilación anticipada
Según resume ‘El Español’, quienes opten por jubilarse de manera anticipada sufrirán una reducción en la cuantía de la pensión mediante coeficientes que dependen del número de meses de adelanto respecto a la edad legal y de los años cotizados. En general, estos coeficientes oscilan entre un 21% y un 3,26%, según si el retiro se adelanta 24 meses (máximo permitido) o solo un mes.
En el caso de la jubilación anticipada forzosa, también se aplican descuentos en la pensión, dependiendo del tiempo de anticipo y del total de años cotizados. Dichos coeficientes van desde un 30% para quienes adelanten su jubilación en cuatro años, hasta un 0,50 % si se retiran un mes antes.
La reforma del actual Gobierno de coalición de Sánchez con la ultraizquierda de Sumar, finalizada en 2023, introdujo como novedad un sistema de cómputo dual que entrará en vigor en 2026. Según establece la reforma, se permitirá aplicar el cálculo más favorable entre dos opciones: los últimos 29 años de cotización, excluyendo los 24 meses con menor aportación, o el periodo de 25 años vigente actualmente.
Bonifica que se retrase voluntariamente el acceso a la pensión
Por otro lado, la jubilación demorada —es decir, cuando el trabajador retrasa voluntariamente el acceso a la pensión más allá de la edad ordinaria— se bonifica con beneficios como un incremento del 4 % sobre la pensión, un pago único, o una combinación de ambos si el retraso supera los dos años.
Continuidad del sistema de Zapatero desde 2011
La reforma del sistema de pensiones impulsada en 2011 durante el Gobierno socialista de Zapatero estableció el incremento gradual de la edad legal de jubilación de 65 a 67 años. Sin embargo, se mantuvo la opción de retirarse a los 65 años para quienes cuenten con trayectorias laborales extensas.
Esta normativa fijó un periodo transitorio, desde 2013 hasta 2027, para la implementación progresiva de la nueva edad de jubilación, detallando también los requisitos de cotización necesarios para mantener la jubilación a los 65 años sin que se les reduzca la pensión a los afectados.
Además, desde 2013, el periodo de cotización utilizado para calcular la pensión se incrementó de manera paulatina, pasando de 15 a 25 años. Este proceso concluyó en 2022, año a partir del cual el cálculo ya se realiza con los últimos 25 años cotizados.








