Hacienda seguirá embolsándose millones de euros a costa del ciudadano español
La baliza V16 se convertirá en obligatoria a partir del próximo 1 de enero, sustituyendo definitivamente a los tradicionales triángulos de emergencia. Este nuevo dispositivo será de uso obligatorio para todos los conductores en caso de avería o accidente en la vía.
La normativa establece que la baliza deberá guardarse en la guantera del vehículo y activarse sin necesidad de abandonar el coche. Una vez encendida, deberá colocarse en la parte más alta y visible del automóvil. Su función principal es señalizar la posición de un vehículo detenido en un lugar no habilitado para el estacionamiento, mejorando la seguridad vial y reduciendo el riesgo de atropellos.
Dudas sobre su eficacia y cobertura
Diversas plataformas y asociaciones han mostrado su preocupación por algunos aspectos técnicos del dispositivo. En zonas con mala cobertura de red, la baliza podría tener dificultades para enviar correctamente su ubicación, lo que limitaría su utilidad. Además, algunos expertos advierten de que su visibilidad durante el día podría no ser suficiente, especialmente en condiciones de alta luminosidad.
Un negocio millonario para Hacienda
Más allá del debate técnico, la implantación obligatoria de la baliza V16 supone un importante impacto económico. Según diferentes estimaciones, la venta masiva de estos dispositivos permitirá a Hacienda recaudar al menos 300 millones de euros en concepto de IVA, convirtiéndose en uno de los grandes beneficiados de esta nueva normativa.
Fabricación mayoritariamente extranjera
Otro aspecto relevante es el origen de los dispositivos. Una parte significativa de las balizas V16 que se venden en España han sido fabricadas por empresas chinas, lo que implica que buena parte del beneficio industrial se queda fuera del país, mientras el mercado nacional actúa principalmente como consumidor.
