Martiño se presentó a su alumna de 11 años como apoyo emocional, le pidió fotos y vídeos masturbándose, y la captó para después violarla
Es uno de los nombres virales del momento: Martiño Ramos. Un personaje repugnante nacido de la cuna de Izquierda Unida, En Marea y Podemos. Todo un progresista feminista condenado por violar a una niña.
Se le conoce como el ‘sádico’ de Orense, el ‘animal’ de Galicia, el pervertido sexual que hoy está en paradero desconocido y se le busca.
Martiño Ramos, el profesor pederasta, ex candidato de Podemos Galicia… Está huido tras ser condenado a 13 años de cárcel por violar sádicamente a una alumna. Y como acaba de confirmar en X HerQles, “pedía a sus víctimas que buscaran en Internet prácticas de sadomasoquismo y les preguntaba si usaban vibrador”.
Pero la principal víctima de este sádico animal, ex líder de En Marea, a la violó y maltrató salvaje y sádicamente, tuvo que vivir un doble infierno después de vivir los hechos y atreverse a denunciarlos ante su centro educativo.
Abusos y violaciones
Según ha podido saber El Español, la víctima, tras manifestar los abusos y violaciones de su profesor de música, fue citada por la orientadora del centro. A esa reunión acudieron otras dos profesoras. Allí le hicieron dudar de sí misma. Le dijeron que eran imaginaciones suyas y que era mejor que se marchara del colegio «por si se suicidaba tirándose de una ventana».
«Confiamos plenamente en Martiño, le conocemos de hace años y confiamos en su palabra«, le aseveraron entonces desde la dirección del centro.
Un extremo que le hizo adentrarse en una espiral negativa, no querer ir a clase, autolesionarse a diario y, finalmente, abandonar el centro por las presiones del entorno educativo. Así lo confirma El Español.
Tras ello, la menor, que entonces tenía 16 años, tuvo que ser ingresada tras tratar de quitarse la vida. Terminó con un peso de solo 34 kilos.
Martiño Ramos Soto, el ‘sádico’ de Orense, tiene 45 años. Fue integrante del comité electoral de En Marea y profesor interino de música. Contactó con la alumna cuando ella tenía 11 años a través de Instagram, ocultando su identidad.
Se presentó como apoyo emocional, le pidió fotos y vídeos masturbándose, y la captó. La relación virtual derivó en encuentros en el propio centro: él la sentó en sus piernas y la besó; después llegaron tocamientos y agresiones sexuales en los baños.
Prácticas sádicas
Ya fuera del colegio, la citaba para que se metiera en el maletero de su coche y la llevaba a lugares apartados. La sentencia describe bofetadas, azotes y puñetazos «a modo de práctica sádica«, y al menos una violación. Durante ella, la dejó «desnuda y casi inconsciente». Luego la abandonó en el monte. Ese último episodio, el 23 de junio de 2021, fue el clic que la empujó a denunciar.
La Audiencia Provincial de Ourense condenó a Martiño Ramos Soto en julio de 2024. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ratificó. En julio de 2025, el Tribunal Supremo declaró firme la sentencia.
El 15 de septiembre, cuando debía notificarse su ingreso en prisión, Ramos Soto ya no estaba localizable. Desde entonces, permanece fugado.
En la comarca de Celanova
Fuentes de la investigación señalan la comarca de Celanova como su último rastro, con avistamientos en el concello de A Bola, núcleo de Casal do Río. Hasta allí se desplazó El Español y confirmó su presencia en el pasado. Conoce bien el terreno y podría contar con ayuda familiar. Su coche es un Citroën Picasso verde oscuro.
El sádico Martiño hoy condenado fue un rostro familiar en el mundo progre de Orense. Militó en IU, participó en el ecosistema de En Marea, se definía como «feminista» y defensor de la educación pública. Como confirma El Español, llegó a integrarse en una candidatura municipal. Tenía una hija adolescente y un círculo que lo describía como «implicado» y «moralista».
