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El Sanchismo ha provocado que el precio de los productos de alimentación más baratos haya subido un 37%

España se encuentra por encima de la media y la situación está provocando que la economía de las clases populares siga descendiendo como un cohete fallido

Desde la entrada de Pedro Sánchez al Gobierno, es decir, en el último lustro, el Índice de Precios al Consumo, el IPC, no para de ascender y tuvo su clímax en los años 2022 y 2023 por el fuerte crecimiento del precio de todos los alimentos.

La principal consecuencia, que afecta a la clase media española, principalmente, es que el gasto de los hogares en alimentación ha pasado de los 4.300 euros por vivienda en 2019 a cerca de 5.500 euros al cierre de 2023 (y subiendo). El incremento rondaría el 25% en solo cuatro años. Sin embargo, existen diferencias importantes por tipos de productos, y ahí radica el principal problema para el español medio, tal y como vamos a explicar en LA BANDERA.

En los últimos tiempos, todos hemos podido ver publicaciones en redes sociales de españoles por el mundo, en diferentes países. Muchos se sorprenden de que «la confluencia de precios en Europa estaba siendo increíblemente rápida» respecto a los precios que se ven en España. De hecho, en el caso del propio aceite de oliva, ha habido publicaciones donde se ha demostrado que es más barato fuera de España, incluso, algo inaudito.

El Sanchismo dijo que no

Viajamos al año 2022. La periodista británica Jack Monroe denunció, lo que generó una polémica, que los productos baratos estaban creciendo de precio más rápido que el resto de los productos. Ante ello, el Gobierno de España, el Sanchismo, dijo que no era así, pero el tiempo le ha otorgado la razón.

Lo cierto es que en las economías desarrolladas de todo el mundo, y con especial hincapié en la española, se está produciendo un crecimiento de los precios más acusado en los productos más baratos que en los más caros. Y eso tiene un nombre: cheapflation.

Una reciente investigación de Alberto Cavallo y Oleksiy Kryvtsov ha estudiado esta sospecha en varias economías desarrolladas entre los años 2018 y 2024 con el fin de confirmar de forma científica lo expuesto por la periodista Jack Monroe. Para averiguarlo reunieron microdatos de 10 países occidentales y categorizaron los productos según su rango de precios.

A partir de 2022, crecimiento más rápido

El resultado: preocupante. «Aunque hasta mediados de 2021 todas las categorías de precios crecieron de forma similar», a partir de 2022 «los alimentos más baratos comenzaron a crecer a un ritmo mucho mayor con respecto a los productos premium».

El dato clave es que mientras que entre 2019 y 2024 los precios de los productos baratos en España crecieron un 37%, los productos más caros crecieron solo un 23%.

España es el lugar donde los productos, caros o baratos, han crecido más. De hecho, el país es el lugar donde más han crecido los productos premium (junto con Países Bajos) y el lugar donde más han crecido los más baratos (ya en solitario).

Lenta recuperación

Expertos en El Mundo, han expuesto en un amplio artículo que «la fuerte inflación de los últimos tres años y la lenta recuperación del poder adquirido» de la mayoría de los hogares pueden tener mucho que ver. Al fin y al cabo, los dos grandes mecanismos explicativos que usan Cavallo y Kryvtsov tienen importancia aquí: por un lado, los «productos tienden a verse más afectados por los problemas en las cadenas de suministro» y, por el otro, «los hogares tienden a disparar el consumo de los bienes más baratos, lo que presiona al alza su demanda y, en última instancia, también sus precios».

Así, «un porcentaje relevante de consumidores, incluso cuando la mayoría hayan recuperado el poder adquisitivo sobre el papel, seguirán sintiendo que su poder de compra sigue por debajo con respecto al nivel prepandemia». Ese porcentaje, además, se concentra en los niveles socioeconómicamente más vulnerables.

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