Le impone una fianza de 150.000 euros y desestima que sea suspendido cautelarmente de su puesto al frente de la Fiscalía General del Estado
El juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, acaba de dar el último paso para sentar en el banquillo a Álvaro García Ortiz por la filtración del correo de la pareja de Ayuso. Le impone una fianza de 150.000 euros y desestima la petición de algunas acusaciones de que sea suspendido cautelarmente de su puesto al frente de la Fiscalía General del Estado. Así lo acaba de confirmar El Confidencial.
El juez del Tribunal Supremo ha decidido abrir juicio oral contra el fiscal general del Estado por la filtración de un correo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
El magistrado ha tomado la decisión después de que la Sala de lo Penal confirmara, con uno de los magistrados en contra, el procesamiento de Álvaro García Ortiz.
Desestimada la petición de APIF
La apertura de juicio oral, además de una fianza de 150.000 euros, incluye la negativa de Hurtado a que García Ortiz deba ser suspendido como fiscal general del Estado tal. Es lo que había pedido como había pedido la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).
La Sala dio luz verde el pasado mes de julio a que García Ortiz sea juzgado por la filtración de un email con el que el abogado de Alberto González Amador ofrecía un pacto a la Fiscalía y reconocía su fraude fiscal de 350.000 euros.
Fuera de juicio a Pilar Rodríguez
Los jueces corrigieron a Hurtado y dejaron fuera del futuro juicio a Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid, al entender que no había ninguna prueba que vinculara a este alto cargo del Ministerio Público con la filtración. Uno de los tres jueces fue más allá y en un voto particular apostó por archivar el caso también contra el fiscal general por falta de indicios. Así lo recalca El Confidencial.
La apertura de juicio oral deja al fiscal general al borde del banquillo a falta de que el Supremo ponga fecha al juicio contra él.








