El Gobierno español ha elevado la tensión diplomática con Israel tras la interceptación de la flotilla con ayuda humanitaria hacia Gaza. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha convocado este jueves a la encargada de negocios israelí en Madrid para reclamar explicaciones por la detención de ciudadanos españoles que viajaban en las embarcaciones.
Albares defiende a los españoles detenidos
En una entrevista en TVE, Albares aseguró que los activistas españoles “no representaban ninguna amenaza para Israel ni para nadie” y subrayó que estaban ejerciendo “un derecho básico del derecho internacional”. El ministro garantizó que cuentan con plena protección diplomática y consular, al tiempo que reiteró que España seguirá de cerca cada paso del proceso.
Un buque de guerra en alerta
Fuentes de Moncloa han confirmado que un buque militar español se encuentra preparado para realizar operaciones de rescate en caso necesario. No obstante, la embarcación permanece fuera de la zona de exclusión marítima establecida por Israel, con el fin de evitar un incidente mayor.
13 barcos siguen en ruta hacia Gaza
De la flotilla inicial, compuesta por más de 40 barcos, solo 13 continúan navegando hacia Gaza. El resto ha sido interceptado por el ejército israelí y trasladado al puerto de Ashdod, donde los detenidos deberán elegir entre aceptar la expulsión inmediata o permanecer arrestados hasta su repatriación forzada, que suele producirse en un plazo de 48 a 72 horas.
Reacciones internacionales
Italia también ha activado asistencia consular para sus nacionales y sigue “con máxima atención” la evolución del caso. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación un nuevo episodio de fricción diplomática en el marco de la guerra en Gaza.
El Gobierno español insiste en que defenderá a sus ciudadanos hasta el final y reclama a Israel que respete los derechos de los activistas retenidos.








