Red Eléctrica se ve obligada a expulsar energía solar y eólica del mercado para así garantizar la estabilidad de la red
Amplio estudio técnico, un amplio informe del Centro Peter Huber de la Universidad de Las Hespérides. Se titula ‘¿Vamos realmente hacia una electricidad más barata?’. Un amplio análisis sobre el sistema eléctrico español, al que lo sitúa al límite a raíz del apagón.
El estudio, recogido por Mercado Libre, señala que España se enfrenta ante una “paradoja energética” que desafía la propia transición verde de la que tanto alardea el Gobierno de Pedro Sánchez. Y todo desde el apagón.
Y es que el informe revela que la política basada en el Coste Nivelado de la Electricidad (LCOE), que es el indicador estrella del Gobierno para justificar la expansión de renovables, ha traído como resultado un sistema más caro. También un sistema eléctrico más frágil y menos fiable de lo prometido.
Entre 2010 y 2024, la participación de la energía renovable en el mix eléctrico español pasó del 35% al 59%, tras experimentar un crecimiento vertiginoso de casi 29.000 MW en la potencia solar y más de 11.000 MW en la eólica. Pero llegó el apagón…
Tarifas eléctricas más caras
Subastas recientes llegaron a adjudicar 3.000 MW solares a apenas 24 €/MWh o 2.000 MW eólicos a 25 €/MWh, cifras que en apariencia suponían un notable abaratamiento en los costes de tecnologías como el carbón o la nuclear.
Sin embargo, este aparente «éxito» no se tradujo en tarifas más bajas para el consumidor, como recalca Mercado Libre.
Según la agencia estadística oficial europea, Eurostat, entre los años 2007 y 2018 el precio minorista de la electricidad en los hogares españoles subió un 67 %, mientras la cuota de solar y eólica escalaba del 9 % al 23 %. Hoy, pese a que las renovables copan más de la mitad de la generación, las facturas siguen encareciéndose y no muestran signo alguno de abaratarse.
El Gobierno ignora los costes
El problema es que el LCOE es un indicador que ignora los costes de integración, respaldo y estabilidad. Las tecnologías intermitentes, como el sol y el viento, requieren servicios de ajuste y potencia firme para garantizar el suministro. Son costes que no aparecen en los titulares, pero que pagan en última instancia los consumidores.
Gran apagón
El ejemplo más dramático fue indudablemente el Gran Apagón del 28 de abril de 2025, cuando un fallo masivo dejó a España «a oscuras». Desde entonces, el coste de las llamadas «restricciones técnicas» (ajustes para mantener la red estable) se ha disparado… De 197 millones de euros en abril se saltó a 405 millones en mayo. Y en los ocho primeros meses de 2025 el gasto ya supera los 1.500 millones, es decir, unos 6 millones de euros al día.
Boom de las renovables
La consecuencia es paradójica: en pleno boom de las renovables, Red Eléctrica se ve obligada a expulsar energía solar y eólica del mercado para así garantizar la estabilidad de la red, dando entrada a ciclos combinados de gas y otras fuentes.
Los autores del estudio, Daniel Fernández Méndez y Manuel Fernández Ordóñez, proponen reemplazar el LCOE como brújula de la política energética por métricas que reflejen el Coste Total del Sistema (TSC), que sume inversión, operación, respaldo, almacenamiento y red.
Como señala Mercado Libre, “el mercado del sistema eléctrico necesita menos dirigismo, más competencia real y un marco que valore la capacidad firme y la flexibilidad”. Todo ello “en lugar de seguir apostando por una métrica que, como advierten los autores, puede resultar tan engañosa como peligrosa para la seguridad energética y el bolsillo de los hogares”.








