También lidera la tasa de paro del continente desde hace años, con un 10,5% este septiembre, frente al 6% del promedio europeo
España no sale nada bien parada en el análisis europeo de trabajadores pobres. En nuestro país, se puede trabajar y continuar siendo pobre cuando la inflación establece un coste de la vida inalcanzable. En 2024, el 11,2% de las personas empleadas estaban en riesgo de pobreza.
El promedio europeo es del 8,2% y España se encuentra tres puntos por encima. De hecho, es el tercer país que encabeza el ranking de ‘Tasa de riesgo de pobreza en el trabajo en países de la UE 27’, realizado por Eurostat.
El ranking refleja que «el riesgo de pobreza no afecta solo a las personas que viven en hogares con baja intensidad de trabajo o aquellas que no tienen un empleo«, afirma Eurostat en una nota de prensa.
La variable evalúa la tasa de riesgo de pobreza entre ocupados, es decir, que a pesar de trabajar se encuentran en riesgo de pobreza. Y hay otro segundo dato preocupa: se trata de la pobreza crónica que creció el año pasado hasta afectar al 13,6% de la población.
En los datos, únicamente Luxemburgo y Bulgaria están peor que España. El país del Este es habitual, aunque salta la sorpresa con Luxemburgo. Tiene un salario mínimo muy alto, 2.700 euros, pero el coste de la vida es tan elevado, que sufre problemas de desigualdad.
En tercer lugar: España… Y le siguen Rumania, Grecia y Estonia que han conseguido remontar su situación. La media de la Unión Europea se sitúa en 8,2%.
Mejor tasa de riesgo
Los países que mejor tasa de riesgo presentan son Finlandia (2,8%), República Checa (3,6%), Bélgica (4,3%), Países Bajos (4,7%) e Irlanda (5,3%).
En cuanto a España, el empleo no tiene la calidad suficiente. «Los salarios españoles son bajos, especialmente desde la devaluación salarial por la crisis de 2010, de la que aún no nos hemos recuperado», señala Carlos Susías, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza.
Además de tener un índice de riesgo de pobreza en personas empleadas alto, el país también lidera la tasa de paro del continente desde hace años, con un 10,5% este septiembre, frente al 6% del promedio europeo.












