Además los ilegales que cometan delitos graves serán condenados a cadena perpetua
En un paso decisivo para reformar su política migratoria, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado una nueva legislación que impone penas más severas por cruzar ilegalmente la frontera, especialmente para inmigrantes reincidentes o con antecedentes penales graves.
La llamada «Ley para Detener la Entrada Ilegal«, impulsada por la congresista republicana Stephanie Bice (Oklahoma), fue aprobada con 226 votos a favor y 197 en contra, gracias al respaldo unánime del bloque republicano y de once legisladores demócratas que rompieron con la postura de su partido.
Penas más duras para inmigrantes ilegales con delitos graves
El nuevo marco legal contempla un aumento significativo de las penas para quienes crucen la frontera sin autorización. La pena máxima por entrada ilegal pasa de dos a cinco años de prisión, y puede llegar hasta diez años si se trata de un reingreso tras una deportación previa.
El aspecto más controvertido de la ley establece que los inmigrantes ilegales que sean condenados por delitos graves podrían enfrentar desde cinco años de cárcel hasta cadena perpetua, dependiendo de la gravedad del delito.
Objetivo: reforzar la seguridad en la frontera
Durante el debate legislativo, los promotores de la ley argumentaron que se trata de una medida esencial para frenar la inmigración irregular en la frontera sur y brindar mayor seguridad a los ciudadanos. «Debemos enviar un mensaje claro: cruzar ilegalmente y cometer crímenes en este país tendrá consecuencias severas», afirmó Bice en declaraciones a Fox News Digital.
La congresista también criticó a la Administración Biden, acusándola de permitir la entrada de más de 10 millones de inmigrantes indocumentados, entre los cuales se identificaron 400 personas en la Lista de Vigilancia de Terroristas, así como individuos provenientes de países considerados como patrocinadores del terrorismo.
División política en torno a la ley de inmigración
El líder de la mayoría republicana en la Cámara, Tom Emmer, calificó la postura del Partido Demócrata como una «agenda pro inmigración ilegal», y celebró la aprobación de la normativa como un triunfo para quienes exigen fronteras más seguras.
Por otro lado, once demócratas votaron a favor de la ley, entre ellos Laura Gillen (Nueva York), quien justificó su decisión como un acto de «sentido común» para asegurar que «los delincuentes violentos sin estatus legal enfrenten las consecuencias que dicta la ley».
Próximo paso: debate en el Senado
Tras su aprobación en la Cámara Baja, el proyecto de ley será enviado al Senado de EE.UU., que actualmente cuenta con una mayoría republicana. Se espera que allí encuentre un ambiente más favorable, aunque todavía podría enfrentar objeciones y enmiendas antes de convertirse en ley definitiva.
Esta medida refuerza la idea de que la inmigración irregular sigue siendo un tema central en la política estadounidense, especialmente tras las elecciones presidenciales de 2024.








