Washington refuerza la estabilidad del peso argentino ante la inestabilidad financiera y política en Buenos Aires
La Administración del presidente Donald Trump ha sellado un acuerdo histórico con el Gobierno de Javier Milei para respaldar la estabilidad del peso argentino.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó este jueves la firma de un swap de divisas por 20.000 millones de dólares, acompañado de la compra de pesos en el mercado abierto, lo que provocó una rápida reacción positiva en los mercados financieros.
El peso argentino cerró a 1.418 por dólar, con un alza del 0,8 % en la jornada tras haber caído un 3 % en las primeras horas. Los bonos soberanos también respondieron al anuncio: el título con vencimiento en 2035 subió 4,5 centavos, situándose en 60,5 centavos por dólar.
Un salvavidas económico desde Washington
“El Departamento del Tesoro de Estados Unidos está preparado, de inmediato, para tomar cualquier medida excepcional que sea necesaria para brindar estabilidad a los mercados”, declaró Scott Bessent, secretario del Tesoro, en su comunicado publicado en la red X, recogido por Voz Media.
Bessent explicó que las medidas se definieron tras cuatro días de intensas reuniones en Washington con el ministro de Economía argentino Luis Caputo, y con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Argentina enfrenta un momento de aguda falta de liquidez. La comunidad internacional —incluido el @IMFNews— está unida en apoyo a Argentina y a su prudente estrategia fiscal, pero solo Estados Unidos puede actuar con rapidez. Y actuaremos. Con ese fin, compramos directamente pesos argentinos”, añadió el funcionario, confirmando la magnitud del compromiso estadounidense.
Rescate político en plena campaña legislativa
La operación marca un respaldo directo de la Casa Blanca a las políticas de ajuste y liberalización impulsadas por Milei, cuyo plan de “dolarización competitiva” y reducción del gasto público ha generado tanto aplausos como críticas dentro y fuera de Argentina.
El movimiento financiero se interpreta también como un rescate político para el gobierno de Milei. Con los comicios legislativos previstos para el 26 de octubre, la presión económica y social había comenzado a desgastar la imagen del presidente argentino, afectado además por varios escándalos políticos y disputas internas.
La inyección de liquidez desde Washington supone un balón de oxígeno que podría estabilizar temporalmente la economía y reforzar el liderazgo del mandatario ante la oposición.
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