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Exempleado de Sauna Adán: ‘Llegaban jovencitos extranjeros sin papeles, incluso menores y les dejaban entrar a prostituirse’

El antiguo responsable de seguridad estima que la familia Gómez llevaban ‘Cinco saunas, dos puticlubs, uno en Segovia y otro en la carretera de La Coruña, y el piso de Muface’

Un ex responsable de seguridad de la famosa Sauna Adán revela que Begoña Gómez «iba por las saunas a hacer caja y de la recaudación que se había hecho la noche anterior dejaba preparado para, al día siguiente, pagar a las chicas en un sobre».

El hombre, bajo el nombre ficticio, Toni, explicó en Telemadrid que cuando Gómez realizaba esa labor contable ya era pareja de Sánchez. Toni detalló que el negocio familiar de los Gómez no eran en principio saunas gays, sino locales de prostitución femenina.

Menores extranjeros sin papeles podían ‘entrar a prostituirse sin ningún tipo de control’

“En sauna Adán llegaban jovencitos extranjeros sin papeles, incluso menores, y se les dejaba entrar a prostituirse sin ningún tipo de control. Hay multas”, advirtió el entrevistado.

El entrevistado explicó que los clientes pagaban en caja, el responsable «llevaba un listado de los pases que había hecho cada chica” y después, «sobre todo por las mañanas», Begoña Gómez recorría los diferentes locales de su padre, Sabiniano, y «dejaba el dinero de cada chica por los servicios que había hecho«.

‘Cinco saunas, dos puticlubs, uno en Segovia y otro en la carretera de La Coruña, y el piso de Muface’

A pesar de la opacidad informativa sobre los prostíbulos dirigidos por Sabiniano Gómez y sus hermanos, Toni enumeró «cinco saunas, dos puticlubs, uno en Segovia y otro en la carretera de La Coruña, y el piso de Muface». Este último corresponde al ático en el edificio de la Sauna Adán que el ente público Muface alquilaba por 850 euros a la familia de Begoña Gómez.

Cuando las saunas bajaron de nivel, lo utilizaban para que las chicas hiciesen salidas a costes baratos

Toni añadió que, en principio, la prostitución se limitaba a la sauna, y las habitaciones se alquilaban a las chicas únicamente «para descansar«, porque los locales de los Gómez abrían las 24 horas y las prostitutas hacían turnos de 12 y les convenía un lugar para dormir cercano.

No obstante, Toni añadió que, cuando los Gómez «vieron que así no tenían negocio, hicieron bastantes más habitaciones para utilizarlo como prostíbulo». «Cuando las saunas bajaron de nivel y de público, lo utilizaban para que las chicas hiciesen salidas a costes baratos. Si, por ejemplo, una chica cobraba por un servicio 100 € la hora, había clientes que no querían estar en las saunas, y las chicas se los llevaban al piso«, explica Toni.

En cuanto a las prostitutas, el ex empleado asegura que se trataba de «chicas libres» sin casos de explotación. Respecto a la prostitución masculina, Toni recuerda que los Gómez «se han dedicado toda la vida a la prostitución» de mujeres, pero cuando Chueca empezó a ponerse de moda como barrio gay, cambiaron el negocio.

1 Comment

  1. Alvaro Garcia Gonzalez
    Vie 11 julio 2025 @ 13:34

    Hacían también negocio con mujeres, pensaba que solo con hombres.

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