En plena trifulca interna entre las dirigentes de Igualdad, la cúpula contacta con las denunciantes para evitar que hablen con la prensa
“Hermana, yo sí te callo”, parece ser el nuevo lema oficioso de la cúpula “feminista” del PSOE para contener mediante el silenciamiento el escándalo de Paco Salazar, exmano derecha de Sánchez y acusado de acoso sexual por varias militantes.
Según confirman fuentes socialistas a ABC, miembros del entorno de la portavoz de la Ejecutiva Federal, Montse Mínguez, han llamado a las denunciantes para pedirles que eviten cualquier contacto con los periodistas.
El caso saltó a la luz pública en julio tras la información publicada por eldiario.es. Antes, las afectadas habían presentado denuncias por los canales internos del partido, pero no recibieron apoyo alguno durante meses e incluso desaparecieron por un “error informático”.
Aunque al principio solo dos mujeres dieron el paso, una de ellas exempleada de Salazar en La Moncloa, ahora ABC confirma que existen al menos cuatro presuntas víctimas del exalcalde de Montellano.
Tensión máxima entre las dirigentes ‘feministas’ del PSOE
Según el citado medio, las secretarias regionales de Igualdad del PSOE estallaron este jueves en una reunión telemática de urgencia convocada por Pilar Bernabé, responsable de la Ejecutiva Federal y delegada del Gobierno en Valencia. Las participantes reprocharon el trato de favor que recibió Salazar y la falta de actuación tras conocerse las denuncias.
La reunión terminó de forma abrupta después de que Bernabé cortase la conexión sin dejar hablar a todas las federaciones. Las voces más críticas fueron las representantes de Galicia, Asturias y la portavoz de la comisión de Igualdad del Congreso, Andrea Fernández.
Todas apuntaron directamente a la a la vicepresidenta, María Jesús Montero, y a la secretaria de Organización, Rebeca Torró, a la que recordaron «su amistad íntima con Salazar» y que «está ahí colocada por él».
Montero se reúne a escondidas con una denunciante
Este viernes trascendió que María Jesús Montero mantuvo el jueves una reunión privada en la cafetería de un hotel de Málaga con la militante que llevó a la Fiscalía al expulsado secretario general del PSOE en Torremolinos.
Al mismo tiempo, la dirección de Ferraz envió una comunicación interna en la que reconoce los errores y admite que «no hemos estado a la altura».
El partido busca así frenar un incendio interno, ya fuera de control, que se usó como enésima cortina de humo para mover del foco informativo los juicios por corrupción que señalan al PSOE, al Ejecutivo y a la parentela presidencial.
