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Florentino Pérez tiene a Zidane en mente como sucesor de Xabi Alonso

El encuentro entre Zidane y Pérez, durante un partido de la NFL entre los Dolphins y los Commanders, ha reavivado la relación entre ambos

En medio de la incertidumbre que rodea al banquillo del Real Madrid, el presidente Florentino Pérez parece tener claro su plan de contingencia si los resultados no mejoran. Según información recogida por ABC, Zinedine Zidane emerge como la opción principal para reemplazar a Xabi Alonso, cuyo puesto pende de un hilo ante el crucial partido contra el Manchester City.

El encuentro casual entre Zidane y Pérez hace tres semanas, durante un partido de la NFL en Madrid entre los Dolphins y los Commanders, ha reavivado la relación entre ambos.

En ese evento, donde Pérez actuaba como anfitrión junto a figuras políticas como Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, se observaron abrazos, confidencias y risas que disipan rumores de distanciamiento.

Esta reconciliación llega después de la abrupta salida de Zidane en mayo de 2021, cuando publicó una carta en el diario As criticando la falta de confianza y apoyo del club para proyectos a largo plazo. En ella, enfatizaba la importancia de las relaciones humanas por encima de los trofeos.

El futuro de Alonso depende del City

Si el Real Madrid cae ante el City, el despido de Alonso parece inevitable. El vestuario merengue muestra signos de descontrol, con jugadores caprichosos y dinámicas tóxicas que han enfadado a Pérez.

En este contexto, Zidane representa la estabilidad, aunque su compromiso con la selección francesa a partir de septiembre, tras el Mundial 2026 cuando Didier Deschamps deje el cargo, complica un regreso permanente. No obstante, se baraja un interinato hasta final de temporada, similar a su exitosa primera etapa en 2016, donde ganó la Champions en solo cinco meses.

El caso Arbeloa

Como alternativa, surge Álvaro Arbeloa, actual entrenador del Castilla y amigo íntimo de Alonso. Según información recogida por ABC, Arbeloa es el «tapado» de Pérez, una apuesta arriesgada pero con fe interna, comparable a la confianza depositada en Raúl en el pasado. Su inexperiencia no disuade al club, que prioriza perfiles internos ante un mercado limitado de entrenadores disponibles.

Por otro lado, Jürgen Klopp, admirado por Pérez desde hace años, se considera una «quimera». Actualmente en un rol de director deportivo en Red Bull y medio retirado, su estilo no encaja con el modelo presidencialista del Madrid, donde el entrenador no tiene tanto control. La operación parece imposible, pese al respeto mutuo.

Este panorama refleja la urgencia en el Santiago Bernabéu por restaurar la grandeza. Con Zidane como plan A, Arbeloa como B y Klopp como sueño inalcanzable, Pérez busca soluciones internas para evitar más turbulencias. Los próximos días serán decisivos para el futuro del equipo blanco, que aspira a recuperar su dominio en Europa y en la liga doméstica.

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