El líder de VOX en Cataluña ha vuelto a poner el foco en el despilfarro millonario del gobierno autonómico
Ignacio Garriga, secretario general de VOX y presidente del grupo parlamentario en Cataluña, ha denunciado la crítica situación de los servicios públicos, especialmente del sistema sanitario, que se encuentra al borde del colapso mientras el Gobierno catalán mantiene «una actitud de indiferencia».
Según Garriga, «los servicios públicos están al límite, y usted se presenta cada quince días en el Parlament como si nada ocurriera». El líder de VOX destacó que la semana pasada el Hospital del Mar registró 255 personas en urgencias, duplicando su capacidad habitual. Más de 50 pacientes esperaron más de 24 horas para ser atendidos, y uno de los casos más graves fue un hombre de 76 años que permaneció más de 140 horas en espera, es decir, más de seis días, según los datos facilitados por el propio hospital.
Garriga recordó también un trágico suceso ocurrido en agosto, cuando una paciente del Hospital de Tarrasa se suicidó tras esperar más de 48 horas para ser atendida por Psiquiatría. «No es alarmismo, son cifras oficiales de los hospitales», subrayó el dirigente de VOX, quien criticó que tanto el Gobierno como los ayuntamientos del PSC han permitido durante años empadronamientos fraudulentos para distribuir tarjetas sanitarias, generando una saturación del sistema.
El político aseguró que esta situación «está costando vidas». Según Garriga, la raíz del problema es que se han abierto las puertas de los hospitales y centros de salud a una gran cantidad de población extranjera, lo que provoca que los catalanes no reciban la atención que merecen, pese a contar con profesionales sanitarios altamente cualificados.
Finalmente, Garriga exigió al Gobierno de Salvador Illa que deje de «malgastar los recursos de los catalanes» en 37 millones de euros en subvenciones por todo el mundo y que, en cambio, invierta en la sanidad pública. «Nuestros centros de atención primaria se han convertido en un coladero de inmigración ilegal mientras los catalanes mueren en los pasillos de urgencias», concluyó.
