«¿Cómo puede ofender un niño nacido en un pesebre?» ha resaltado la primera ministra italiana
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha reafirmado su defensa del belén como símbolo esencial de la Navidad cristiana, en un mensaje que ha vuelto a ganar relevancia en redes sociales. Sus declaraciones resurgen en un momento en el que, en distintos países europeos, las tradiciones cristianas están siendo progresivamente desplazadas del espacio público bajo el argumento de una supuesta neutralidad cultural.
Un mensaje recuperado que vuelve al debate público
En un vídeo grabado en 2017, recientemente difundido de nuevo, Meloni aparece preparando un belén mientras reivindica su profundo valor histórico, cultural y civilizatorio. La dirigente italiana critica abiertamente que en algunos centros educativos se evite representar el nacimiento de Jesús por temor a ofender otras creencias.
«Decidí hacer el belén cuando ya nadie lo hace, cuando en los colegios dicen que no se puede porque ofende a quienes pertenecen a otra cultura. Eso no lo puedo aceptar», afirma.
“¿Cómo puede ofender un niño nacido en un pesebre?”
Meloni se muestra especialmente firme frente a la idea de que el belén resulte excluyente. En su intervención cuestiona directamente ese planteamiento:
«¿Cómo puede ofender un niño que nace en un pesebre? ¿Cómo puede ofender una familia que huye para proteger a su hijo? ¿Cómo puede ofender mi cultura?», se pregunta.
Para la primera ministra, lo que hoy se presenta como inclusión termina convirtiéndose en una forma de renuncia a la identidad cultural europea.
El belén como base de los valores europeos
Más allá de su dimensión religiosa, Meloni subraya que el belén representa los valores fundacionales de la civilización europea. «Se crea o no en Dios, este símbolo recoge los principios sobre los que se ha construido nuestra sociedad», sostiene.
Según explica, conceptos como el respeto, la dignidad humana, la laicidad del Estado y la defensa de la vida tienen su raíz en ese relato del nacimiento de Jesucristo.
Tradición, familia y transmisión cultural
La primera ministra italiana vincula la defensa del belén a la responsabilidad de transmitir valores a las nuevas generaciones. En ese sentido, critica la reducción de la Navidad a un fenómeno puramente consumista.
«Quiero que mi hija entienda que la Navidad no son solo regalos y consumo, sino una celebración de valores», afirma, alertando del vaciamiento espiritual de esta festividad.
Un llamamiento a recuperar el belén
El mensaje concluye con una invitación directa a recuperar esta tradición navideña como gesto de afirmación cultural.
«Hagan el belén conmigo. Este año tomemos el pastorcito y hagamos juntos la revolución del belén», concluye Meloni, enlazando esta defensa con su discurso político más amplio sobre la protección de las raíces cristianas de Europa frente al relativismo cultural.








