Trescientos agentes, entre Mossos y Policía Nacional, desmantelan una célula activa de la banda latina en Barcelona y Tarragona
Operativo masivo con más de 300 agentes. Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional culminaron este martes un amplio operativo que incluyó una veintena de registros y terminó con quince detenciones de miembros de los Trinitarios en Cataluña. Los agentes buscaban descabezar la dirección y los soldados de una facción catalana de esta banda de origen dominicano.
El dispositivo movilizó a más de 300 efectivos de ambos cuerpos. Los policías entraron en domicilios y locales de Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Boi, Esplugues de Llobregat, Cubelles y Salou. Durante los registros intervinieron armas de fuego y blancas, drogas, dinero en efectivo, material informático y teléfonos móviles.
Se les investiga como presuntos asesinos, ladrones, narcos y okupas
La mayoría de los arrestados poseen nacionalidad dominicana y muchos acumulan antecedentes por delitos violentos. Entre los detenidos figuran altos cargos de la organización y miembros de escalafones inferiores. Algunos líderes ya ingresaron en prisión.
Fuentes de la investigación confirmaron a El Caso que los arrestados mantienen relación directa con la banda, con robos con violencia e intimidación y con el tráfico de drogas en el área metropolitana de Barcelona. Los agentes también investigan su posible implicación en lesiones graves e incluso homicidios, aunque el juzgado mantiene el secreto de sumario.
Todo empezó con un tiroteo en febrero
La operación arrancó tras un tiroteo ocurrido en febrero en la zona fronteriza entre Hospitalet y Barcelona. Un hombre de origen dominicano resultó herido muy grave por varios disparos.
El sospechoso huyó en coche, pero poco después chocó en la C-31. Los Mossos localizaron el vehículo, recuperaron el arma utilizada y detuvieron al menos a un implicado, también dominicano. En el lugar del ataque encontraron el coche de la víctima y varias vainas.
Los Trinitarios, banda originaria de Hispanoamérica, aumentan su presencia en España con un claro componente de violencia extrema. Este golpe policial busca frenar su expansión en Cataluña y Tarragona, donde ya desmantelaron ramas en ocasiones anteriores, concretamente en Salou.
