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Gran Bretaña se prepara para su mayor rearme desde 1980

El Gobierno británico presenta su ‘Revisión de la Defensa Estratégica’, la mayor transformación e inversión militar del país en casi cinco décadas

El primer ministro británico lo tiene claro. Keir Starmer no se anda con tapujos y ante las tensiones internacionales lo ha dejado claro. «La mejor forma de disuadir de un conflicto es prepararse para él». Rearme como nunca antes. Y es que el Gobierno británico presenta su ‘Revisión de la Defensa Estratégica‘, la mayor transformación e inversión militar del país en casi cinco décadas.

El mayor problema es cómo se va a pagar ese rearme, especialmente dado el escaso margen de maniobra presupuestario del Reino Unido.

Las cifras anunciadas para el rearme por Starmer son enormes, como cita El Mundo. Igual que la magnitud de los nuevos proyectos y la ambición transformadora de la defensa británica. Todo ello por un solo país: Rusia.

Pero, también, por el temor de lo que vaya a hacer el que Starmer calificó «el mayor aliado del Reino Unido en defensa: Estados Unidos«.

El secretario de Defensa, John Healey, ha calificado el plan como «un mensaje a Rusia». Pero también lo es, indirectamente, a EEUU. Y, asimismo, a la UE. Porque el mensaje de Londres es obvio: si Europa quiere tener un sistema de Defensa, deberá contar con el Reino Unido. Y el país está preparado para el rearme.

El objetivo de independencia parece claro en la cuestión nuclear, dice El Mundo. Así que el plan de Starmer prevé una inversión de 15.000 millones de libras (18.000 millones de euros) para desarrollar una industria nacional que fabrique esos artefactos.

Submarinos y fábrica de armas

Otro elemento importante para el rearme es la fabricación por el Reino Unido de 12 submarinos nucleares de ataque, por un coste de 15.000 millones de euros, que reemplazarán a los siete que tiene la Armada británica.

Además, el Gobierno de Starmer quiere construir seis nuevas fábricas de producción de armas, que generarían 1.000 empleos con el objetivo de tener miles de sistemas reparados, además de la capacidad industrial necesaria para incrementar los stocks de armamento.

Finalmente, la propuesta contiene una transformación profunda de las tres armas de las Fuerzas Armadas, basada en la integración de drones aéreos y navales, que funcionen con inteligencia artificial y que presten ayuda a las naves y vehículos tripulados.

Para Starmer, con una popularidad bajo mínimos, ha llegado la definitiva hora del rearme.

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