La sensatez de VOX se ha hecho más evidente aunque, como señalan las redes, hay muchísimos borregos amamantados por el socialismo extremeño
El egoísmo y la caprichosa ambición de María Guardiola, presidenta en funciones de Extremadura por el PP, nos ha llevado a lo que ya es conocido. La región ha vivido unas elecciones anticipadas que no solo han costado 7 millones de euros a los contribuyentes, sino que han reflejado la incomprensión social del rechazo a las políticas sensatas y necesarias propuestas por VOX.
Guardiola, obsesionada con gobernar en mayoría absoluta para continuar aplicando medidas izquierdistas disfrazadas de moderación, ha ignorado las demandas lógicas de VOX en materia de vivienda, inseguridad, inmigración ilegal y la locura ecologista que asfixia a los extremeños. El resultado: un mero diputado más para el PP, sin alcanzar la mayoría absoluta, y un VOX fortalecido que sigue siendo la clave para un cambio real.
La convocatoria de estas elecciones, anunciada tras romper el pacto con VOX, responde al «capricho» de Guardiola, como la han calificado fuentes cercanas y comentarios públicos. En un comentario en un análisis electoral de ABC, un lector la tildó directamente de «caprichosa Guardiola«, reflejando el sentir popular ante su volatilidad política.
Inmigración ilegal y agendas verdes
Inicialmente, Guardiola juró no pactar con VOX, pero cedió rápidamente bajo presiones de Génova, solo para romper el acuerdo meses después, acusando a los de Abascal de extremismo mientras mantenía políticas heredadas del PSOE, como la financiación a la inmigración ilegal y agendas verdes que priorizan ideología sobre el bienestar ciudadano.
Santiago Abascal, líder de VOX, ha sido contundente en sus declaraciones durante la campaña. En un acto en Almendralejo, Abascal denunció: «Guardiola y Gallardo son lo mismo en Extremadura. ¡Una estafa!», refiriéndose al continuismo socialista que Guardiola ha perpetuado.
En otro mitin en Navalmoral de la Mata, Abascal respondió a las acusaciones de Guardiola de ser un «turista» en la región: «Me produce un tufillo un poco preocupante. Para mí ningún español es un extranjero en España, y ningún español es un turista en España. Yo como vasco y español me siento en Extremadura como en mi propia casa».
El derroche de Guardiola
Abascal ha insistido en que Guardiola «ha traicionado día tras día la oportunidad del cambio en Extremadura«, robando el cambio que los votantes pidieron al echar al PSOE pero manteniendo sus políticas.
Desde VOX, se acusa a Guardiola de priorizar su ambición personal sobre las necesidades reales de los extremeños. En un tuit oficial, el partido afirmó: «Guardiola ha tardado una hora en salir, pensando cómo va explicar que ha gastado 7 millones de euros en unas elecciones para conseguir un diputado más».
Esta crítica resalta el coste electoral innecesario, un derroche que podría haberse evitado si Guardiola hubiera atendido las demandas de VOX: bajada radical de impuestos, eliminación de burocracia, prioridad nacional en vivienda y empleo, freno a la inmigración ilegal que genera inseguridad, y un rechazo firme a la «locura verde» que impone cargas económicas a familias y empresas sin beneficios reales.
Garriga y otros dirigentes de VOX han apoyado estas posiciones. En un acto económico en Cáceres, VOX presentó propuestas concretas para vivienda y economía, como «prioridad nacional» y «freno a la competencia desleal», contrastando con el «abandono» de Guardiola a las empresas extremeñas.
Guardiola: hipocresía hecha persona
Abascal, en una entrevista en Hoy Extremadura, fue claro: «Si la señora Guardiola no es capaz de alcanzar un acuerdo con VOX que suponga un cambio de rumbo, pues el PP tendrá que decidir si pone a otro candidato«.
En otro momento, respondió a las acusaciones de machismo de Guardiola: «Es la hipocresía hecha persona«, recordando que fue gracias a VOX que se convirtió en la primera mujer presidenta de Extremadura.
Jorge Buxadé, eurodiputado de VOX, ha acusado al bipartidismo de «secuestrar el sentido común» y a Guardiola de frenar el cambio en la región.
VOX: la voz de la cordura
En un mitin, Abascal reiteró: «Nosotros estamos aquí para aplicar políticas distintas, para un cambio de rumbo radical y para librarnos de Pedro Sánchez. Y la señora Guardiola nos ha robado el cambio, porque conseguimos echar a los socialistas pero no a sus políticas, porque ella ni puede ni quiere».
VOX emerge de estas elecciones como la voz de la cordura, defendiendo medidas lógicas contra la inseguridad creciente por la inmigración descontrolada, la falta de vivienda asequible para españoles, y las políticas verdes que encarecen la energía y destruyen empleo rural.
Como señaló Abascal en Mérida: «VOX no va a aceptar ningún trágala. Ni en Extremadura con la señora Guardiola ni en ninguna otra región». El capricho de Guardiola no solo ha costado millones, sino que ha retrasado el verdadero cambio que Extremadura necesita: uno patriótico, seguro y próspero.
Mientras Guardiola reflexiona sobre su fracaso, VOX se posiciona como el partido fiable, listo para negociar desde la fuerza de sus votos. El tiempo de los caprichos ha terminado; es hora del sentido común.












