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‘Guarromán’ y otros machos alfa hunden el voto femenino del PSOE

Solo el ámbito de la ‘charocracia’ sigue apoyando al Sanchismo mientras VOX gana fuerza entre las mujeres más jóvenes

Francisco «Paco» Salazar, exdiputado del PSOE, exsecretario general de Coordinación Institucional en Moncloa y hombre de confianza de Pedro Sánchez, ha sido apodado «Guarromán» en redes y medios por las graves acusaciones de conductas soeces y abusivas hacia mujeres subordinadas en su entorno laboral.

Estas denuncias, que datan de al menos 2018 pero estallaron públicamente en julio de 2025, describen un patrón de acoso sexual, humillaciones y abuso de poder.

Todas provienen de denuncias formales o informes periodísticos, y el PSOE ha admitido fallos en su tramitación interna (como denuncias «desaparecidas» por un supuesto error informático).

Varias exempleadas de Moncloa describen cómo Salazar salía del baño de su despacho «a medio vestir» y se negaba a subirse la cremallera de los pantalones hasta «estar cerca de tu cara». En una denuncia interna del PSOE de julio de 2025, una víctima relató lo siguiente. «Salía del baño que tenía en su despacho a medio vestir y no se subía la cremallera hasta que estaba cerca de tu cara«. Esto se interpreta como un acto deliberado de exposición y humillación. Según mujeres socialistas progresistas, ‘Guarromán’ disfrutaba de la incomodidad generada hacia ellas.

Infierno irrespirable

Por otro lado, en la misma denuncia, se acusa a ‘Guarromán’ Salazar de escenificar felaciones «con todo lujo de detalles» en medio del despacho, frente a sus subordinadas. «Escenificó una felación con todo lujo de detalles», detalla el testimonio, añadiendo que «sabía cuándo te incomodaba y lo disfrutaba manifiestamente». Estas actuaciones se repetían en reuniones o revisiones de trabajo, convirtiendo el entorno laboral en un «infierno irrespirable«.

Otras denuncias detallan un lenguaje «hipersexualizado» constante de ‘Guarromán’. De hecho, por las mañanas, Salazar comentaba «el buen culo que te hacía ese pantalón» o pedía «enseñar el escote» a sus empleadas jóvenes. Una víctima relata: «Te decía el buen culo que te hacía ese pantalón o te pedía que le enseñaras el escote».

“A Paco le gustan las niñas”

Asimismo, ‘Guarromán’ preguntaba abiertamente sobre la vida sexual de las mujeres: si tenían «mala cara», les decía que era porque «habían follado poco«. Desincentivaba a los hombres del equipo de acercarse a «sus chicas», diciendo: «A Paco le gustan las niñas», y presumía de tener «la bendición del presidente» para «hacer lo que quería».

Bromas humillantes

Y ‘Guarromán’ era un bromista de órdago con las mujeres socialistas (porque es feminista). Bromas humillantes con connotaciones sexuales: al revisar un trabajo, decía «ahora es cuando él le ponía ‘una mijita de su polla'». Otro testimonio relata. «Su comportamiento destilaba misoginia y baboseo en cada comentario disfrazado de broma. Su lenguaje era hipersexualizado hasta para dar los buenos días».

Además, según consta en las denuncias, las negativas a invitaciones privadas (como cenas a solas o «quedarse a dormir en casa«) conllevaban castigos laborales: reducción de responsabilidades, exclusión de proyectos o gritos públicos. Una denunciante lo califica como «acoso sexual y abuso de poder» porque «las negativas llevaban aparejadas castigos, en forma principalmente de menores responsabilidades en su puesto de trabajo y la ausencia de expectativas de promoción».

En X, se menciona que Salazar «presumía de hacer lo que quería» y usaba su influencia para aislar a quien pusiera límites: «Si le frenabas, te dejaba fuera de proyectos o te gritaba delante de todos«. Esto se ve agravado por quejas previas desde 2018 (ofreciendo información a periodistas a cambio de cenas), ignoradas por Sánchez, quien lo mantuvo en cuatro cargos clave.

Inexistente canal antiacoso

Recordemos que el PSOE admitió que al menos dos denuncias internas de julio de 2025 «desaparecieron» del canal antiacoso por un «fallo informático», quedando sin tramitar durante cinco meses hasta su filtración mediática.

Querellas de Manos Limpias y Hazte Oír acusan al partido y a altos cargos (como Antonio Hernández y Francisco Martín Aguirre) de encubrimiento y omisión de deberes, usando su posición para «obstaculizar investigaciones» y presionar a víctimas para no denunciar. La Fiscalía de Madrid ya estudia estas denuncias, que incluyen responsabilidad del PSOE como persona jurídica por no aplicar protocolos.

Corrupción paralela

También en X, se habla de «cociones» como intentos de recolocación. El Gobierno contactó embajadas para contratarlo post-denuncias, y ahora asesora al PSC pese a todo. Además, la UCO investiga corrupción paralela: cobros en negro (2.000€/mes sin trabajar en Dos Hermanas, 2012-2017) y sobres en primarias del PSOE 2017.

Estas acusaciones han generado un escándalo que divide al PSOE, con caídas en el voto femenino y demandas de investigación judicial. El comité antiacoso del partido ultima un informe «contundente» a favor de las víctimas, pero critican la lentitud y el blindaje inicial.

El apodo que persiste en redes

Salazar dimitió en julio de 2025, pero el apodo «Guarromán» persiste en redes por la crudeza de los relatos. La Fiscalía y los juzgados de Plaza de Castilla avanzan en las querellas, que podrían implicar al partido entero.

Estos datos reflejan un «daño en el motor» del PSOE, como lo llaman analistas, con recuperación parcial tras dimisiones (Cerdán, Salazar), pero persistente en regiones clave. El partido ha intentado contrarrestar con cambios éticos (expulsión por prostitución) y actos feministas, pero las mujeres siguen castigando la «hipocresía» percibida. Para elecciones de 2027, esto podría costar al PSOE hasta 5-7 escaños si no remonta.

El PSOE ha dependido históricamente del voto femenino para sus victorias electorales, con una brecha favorable de hasta 6-8 puntos en algunas encuestas. Según barómetros del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), la intención de voto al PSOE es consistentemente mayor entre mujeres que entre hombres desde 2018, con pocas excepciones.

VOX gana fuerza entre mujeres jóvenes

En la mayoría de los barómetros hasta el estallido de los escándalos, las mujeres apoyan al PSOE en un 4-6% más que los hombres. La brecha máxima ha llegado a 8 puntos. Sin embargo, el barómetro de 40dB (diciembre 2025) indica que VOX gana fuerza entre mujeres jóvenes; la izquierda esto lo vive con mucha ansiedad.

Aunque no hay datos cuantitativos post-escándalo de ‘Guarromán’, medios y analistas reportan una pérdida potencial de votos. El PSOE ha «perdido todo el apoyo femenino recuperado desde julio» según sondeos internos citados en reportes, con riesgo de mínimos históricos. Los escándalos de acoso (Salazar y otros) ponen en peligro el «histórico apoyo femenino», clave para revalidar gobiernos.

Pero ya en julio 2025, el escándalo Ábalos-Koldo (con audios sexualizando mujeres) causó una caída brusca en el voto femenino, invirtiendo temporalmente la brecha. Analistas predicen un efecto similar o peor ahora, con «deriva electoral» y crisis interna.

Las mujeres extremeñas dan a espalda al PSOE de ‘Guarromán’

De hecho, en Extremadura, el voto femenino está «muy desgastado» post-escándalos, con riesgo de debacle en elecciones regionales. Como reflejan encuestas de las que hemos informado en LA BANDERA.

En definitiva, artículos en diversos medios (esos del fango y los bulos, según Sánchez y sus palmeros) destacan que el PSOE se tambalea, con el voto femenino «disputado» y en riesgo por hipocresía en temas feministas. Mientras, VOX (especialmente) y PP ganan terreno entre jóvenes, pero el PSOE aún retiene más apoyo femenino, de ese del ámbito de la denominada Charocracia.

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