Saltar el contenido

Guía experta para dejar una adicción y recuperar tu vida paso a paso

Dejar una adicción no es simplemente dejar de consumir o abandonar una conducta. Es un proceso profundo de reconstrucción personal que implica cambiar rutinas, reaprender a vivir y, sobre todo, sostener el cambio en el tiempo. Las adicciones más comunes —como las drogas, el alcohol, el sexo o la pornografía— no solo afectan a la salud física, sino que desordenan por completo la vida cotidiana.

“El momento más difícil no es el primer día sin consumir, sino todos los días que vienen después”, explica el psicólogo clínico Javier Arroyo, especialista en tratamiento de adicciones. “Ahí es cuando la persona necesita estructura, acompañamiento y nuevas referencias”.

Uno de los recursos más eficaces en esta etapa es el centro de día para adictos, un espacio diseñado para quienes han iniciado una desintoxicación de adicciones y necesitan aprender a vivir sin la dependencia, pero todavía requieren apoyo diario.

1. Comprender lo que significa dejar una adicción

Cuando alguien decide dejar una adicción, ya sea a una sustancia como la cocaína o a una conducta como la pornografía, se enfrenta a dos batallas distintas:

  • La física, que implica superar la dependencia del cuerpo a una sustancia o estímulo.
  • La psicológica, que exige desaprender hábitos, afrontar emociones y crear un nuevo estilo de vida.

El primer paso, como señalan desde el centro de adicciones Elphis, es entender que no se trata solo de dejar de hacer algo, sino de llenar ese espacio con algo saludable y duradero.

Un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2023 subraya que las personas que logran reemplazar el tiempo y la energía antes dedicados a la adicción por actividades estructuradas y gratificantes tienen hasta un 65% menos de probabilidades de recaer en el primer año de abstinencia. El informe destaca que la plasticidad cerebral permite crear nuevos circuitos de recompensa que sustituyen la dependencia química o conductual, pero que este proceso requiere constancia y entornos que favorezcan la repetición de hábitos saludables.

Por su parte, la National Institute on Drug Abuse (NIDA) de Estados Unidos concluye, tras analizar datos de más de 1.200 pacientes, que la incorporación temprana de rutinas estables y el contacto regular con redes de apoyo son factores predictivos clave para la recuperación a largo plazo. El organismo señala que el cambio no se consolida solo con fuerza de voluntad, sino gracias a la combinación de terapia profesional, estructura diaria y vínculos sociales que aporten motivación y sentido.

2. El papel de un centro de día en la recuperación

cómo dejar una adicción con rutinas

Un centro de día no es un hospital ni un lugar de ingreso. Es un punto intermedio donde se combina terapia, estructura y práctica de una vida sin consumo. La persona asiste varias horas al día, participa en sesiones individuales y grupales, realiza actividades formativas o recreativas, y después regresa a casa.

Según Marta Villalba, terapeuta en adicciones con 15 años de experiencia, “es un entorno donde se reconstruyen rutinas sin aislarse del mundo real, lo que reduce el riesgo de recaída y aumenta la confianza en uno mismo”.

En la práctica, esto significa levantarse, tener un lugar al que ir, cumplir un horario, relacionarse con otros que están en el mismo proceso y aprender a disfrutar del día sin depender de una adicción.

Investigaciones de la American Psychological Association (APA) han demostrado que la implementación de rutinas diarias consistentes actúa como un “ancla conductual” en la recuperación de adicciones. Según un metaanálisis de 2022 que revisó 42 estudios longitudinales, las personas que mantienen horarios regulares para actividades como levantarse, comer, trabajar y descansar, reducen hasta en un 50% la probabilidad de recaída en los primeros 18 meses de abstinencia. Los autores del informe explican que la previsibilidad del día reduce la exposición a factores desencadenantes y fortalece la sensación de control personal.

De forma complementaria, la Harvard Medical School publicó en 2021 un estudio donde se siguió a 478 pacientes en tratamiento por adicciones a drogas, alcohol y conductas compulsivas. Los resultados indicaron que quienes incorporaron rutinas que combinaban ejercicio físico moderado, tareas productivas y momentos de ocio planificado, reportaron mejoras significativas en el estado de ánimo y en la capacidad de resistir impulsos. Los investigadores concluyeron que las rutinas no solo ordenan el tiempo, sino que reconfiguran el sistema de recompensas del cerebro, ayudando a sustituir la búsqueda compulsiva de la adicción por satisfacciones más sanas y sostenibles.

3. Recuperar el orden del tiempo

La adicción desorganiza la vida. Todo gira en torno a conseguir, usar y recuperarse. Cuando eso desaparece, el día queda vacío y, si no se llena con actividades estructuradas, la mente puede buscar refugio en viejos hábitos.

En un centro de día, el horario se convierte en herramienta terapéutica: hay horas de inicio, descanso y cierre; objetivos concretos para la mañana y la tarde; y actividades que requieren compromiso. Esta estructura devuelve un sentido de orden y responsabilidad, elementos clave para cómo dejar una adicción de forma estable.

4. La importancia de no hacerlo solo

El aislamiento es uno de los grandes enemigos en la recuperación. En un centro de día, el apoyo no proviene solo de psicólogos o terapeutas, sino también de otros usuarios que están atravesando el mismo camino.

“Compartir con alguien que entiende lo que es despertarse con ansiedad y no recurrir al consumo es muy poderoso”, afirma Arroyo. “Esa red de apoyo puede ser tan terapéutica como cualquier intervención psicológica”.

Este contacto diario con un grupo ayuda a normalizar la experiencia y reduce la sensación de soledad.

5. Llenar el vacío con nuevas experiencias

El objetivo no es únicamente evitar lo que hacía daño, sino construir una vida en la que esa adicción ya no tenga cabida. Esto implica desarrollar habilidades sociales, descubrir intereses, mejorar la gestión del tiempo libre y plantearse metas alcanzables.

En la guía de desintoxicación de adicciones del centro Elphis, se insiste en la importancia de experimentar nuevas actividades: deporte, arte, formación, voluntariado… Cuanto más rica sea la agenda, menos espacio queda para que la adicción vuelva a colarse.

6. ¿Quién debería considerar un centro de día?

Este recurso es especialmente útil para:

  • Personas que han pasado por una primera fase de desintoxicación y necesitan consolidar el cambio.
  • Quienes no requieren un ingreso, pero sí una estructura firme.
  • Aquellos que quieren prevenir recaídas antes de volver a un entorno de alto riesgo.

No es necesario “estar muy mal” para acudir. Cuanto antes se acceda, más rápido se recupera el equilibrio.

7. La estabilidad como meta

Tras varias semanas en un centro de día, muchas personas reportan cambios significativos: vuelven a dormir bien, a comer de forma ordenada, a planificar fines de semana y a pensar en proyectos futuros. Esa estabilidad básica es la plataforma sobre la que se construye una vida libre de adicciones.

Como resume Villalba: “La meta no es solo dejar la adicción, sino recuperar las ganas de vivir. Cuando eso ocurre, todo lo demás empieza a tener sentido”.

Deja tu respuesta

Donar

Síguenos

Última Hora