El malestar médico en España alcanza un nuevo punto de inflexión. Este viernes 3 de octubre hay convocada una huelga nacional de facultativos y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (ICOMV) ha confirmado su respaldo a todos los profesionales que decidan secundarla. La protesta va dirigida contra la ministra de Sanidad, Mónica García, por su gestión en la negociación del nuevo Estatuto Marco.
El respaldo del ICOMV
En un comunicado, el ICOMV recuerda que ha denunciado en numerosas ocasiones las “propuestas inasumibles” del Ministerio de Sanidad, que a su juicio perjudican tanto a los médicos como a la calidad del sistema sanitario. El colegio afirma haber defendido públicamente las reivindicaciones de los profesionales en distintos foros, e incluso facilitado la asistencia de colegiados a las grandes movilizaciones organizadas en Madrid fletando autobuses.
El Colegio, que representa a más de 19.000 médicos, ha puesto además a disposición de sus colegiados asesoría jurídica para garantizar apoyo durante todo el proceso de huelga.
¿Por qué protestan los médicos?
El origen del conflicto está en la propuesta de la ministra Mónica García, que según sindicatos médicos “abre la puerta a que cada comunidad autónoma regule de forma unilateral aspectos esenciales de las relaciones laborales”, debilitando así el papel de las mesas sectoriales autonómicas.
Los facultativos consideran que esto fragmenta aún más la sanidad pública y abre un precedente peligroso en la negociación colectiva. Ante la falta de acuerdo, los sindicatos optaron por convocar una huelga nacional que pretende visibilizar la gravedad de la situación.
Un problema que trasciende Valencia
Aunque el ICOMV ha puesto el foco en la Comunidad Valenciana, la huelga es de carácter nacional. Colegios médicos de toda España han mostrado solidaridad y se espera un seguimiento importante en las principales ciudades del país.
Los médicos denuncian que la precariedad laboral, la sobrecarga asistencial y la falta de recursos en la sanidad pública no se solucionan con parches normativos, sino con un plan estructural a largo plazo que mejore las condiciones de los profesionales.
La posición de la ministra
Por el momento, Mónica García no ha cedido a las presiones. Desde el Ministerio de Sanidad se defiende la necesidad de flexibilizar el marco normativo para adaptarlo a las realidades de cada autonomía. Sin embargo, para los médicos, esta medida no resuelve los problemas de base y agrava las desigualdades territoriales.
La tensión entre el Gobierno central y las comunidades autónomas ya ha generado fricciones en otros ámbitos, como la gestión de los menores migrantes no acompañados (menas). Casos recientes como el del reparto de menas recurrido por Page al Constitucional muestran cómo el debate sobre competencias autonómicas sigue abierto y afecta también a la sanidad.【12†XML Sitemap2.xml】
Qué puede pasar el 3 de octubre
La huelga pretende paralizar la atención ordinaria en hospitales y centros de salud, manteniendo únicamente los servicios mínimos. Los organizadores buscan lanzar un mensaje claro al Ministerio: sin un Estatuto Marco consensuado, el sistema sanitario corre riesgo de deteriorarse aún más.
El ICOMV confía en que el conflicto pueda reconducirse hacia un acuerdo real que refuerce la sanidad pública y universal. Sin embargo, el pulso con la ministra García marcará un hito en las relaciones entre el Gobierno y los médicos.
Conclusión
La huelga del 3 de octubre no es solo una protesta puntual: es el reflejo de un malestar creciente en la sanidad española. Con los médicos valencianos en primera línea, la jornada se perfila como un test de resistencia para Mónica García y como un recordatorio de que la salud pública necesita soluciones estructurales, no improvisaciones.








