«Esta violenta red de extrema izquierda ha llevado a cabo ataques brutales en toda Europa, incluyendo en Budapest» ha afirmado el gobierno
El Gobierno de Hungría ha intensificado su presión sobre las instituciones europeas al solicitar que el movimiento Antifa sea oficialmente clasificado como grupo terrorista. Así lo expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, quien respaldó el reciente llamado del primer ministro Viktor Orbán, subrayando la urgencia de tomar medidas concretas contra esta red de extrema izquierda.
Antifa bajo la mira del gobierno húngaro
Según declaraciones de Szijjártó, Antifa ha protagonizado actos de violencia extrema en varias ciudades europeas, incluyendo ataques registrados en la capital húngara, Budapest. El ministro afirmó que varios sospechosos de estos incidentes han logrado evadir a la justicia refugiándose en otros países miembros de la Unión Europea (UE), lo cual ha generado una creciente preocupación en el ejecutivo húngaro.
«Estamos convencidos de que, ante una amenaza tan seria, Europa debe seguir el ejemplo de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo. Por eso, hemos enviado una carta oficial a la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, solicitando acciones inmediatas», afirmó Szijjártó.
Reacción tras el asesinato de un activista estadounidense
El pedido del gobierno de Orbán llega tras la polémica reacción de miembros de Antifa al asesinato de Charlie Kirk, un activista patriótico estadounidense, ocurrido durante un evento en la Universidad del Valle de Utah. Este suceso ha reavivado el debate sobre la naturaleza del grupo y su vinculación con episodios de violencia política.
Hungría exige acción concreta de Bruselas
Con este movimiento diplomático, Hungría busca que Bruselas adopte una postura firme contra organizaciones radicales que, según argumenta el gobierno magiar, representan una amenaza directa a la estabilidad y seguridad en Europa.
La propuesta de Budapest podría abrir un nuevo frente de debate dentro de la Unión Europea, en momentos en que el bloque enfrenta crecientes tensiones políticas y sociales vinculadas al extremismo tanto de izquierda como de derecha.








