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Ingresa en prisión la manada argelina de violadores y ladrones de Pamplona

La juez considera que existe riesgo de ocultación de pruebas y de fuga, porque los cuatro criminales magrebíes son inmigrantes ilegales

Por la víctima de la manada argelina no se manifestó la izquierda proetarra. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº1 de Pamplona decreto este viernes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los cuatro ilegales detenidos el martes tras perpetrar una violación grupal el día 23 en las inmediaciones de la Universidad de Navarra. 

La juez considera que existe riesgo ocultación de pruebas y de fuga debido a que los cuatro investigados, de nacionalidad argelina, uno de ellos de 33 años, dos de 26 y el cuarto de 25, están en situación irregular y carecen de domicilio y, por tanto, no cabe otra medida para asegurar su presencia en el procedimiento. 

Ilegales con antecedentes, aunque llevaban poco tiempo en España

La juez imputa a los investigados un delito de agresión sexual (violación) y otro de robo. Entre los indicios, la ropa íntima de la víctima que se descubrió junto a las tiendas de campaña del asentamiento ilegal donde residían los cuatro ilegales. 

A la espera de los análisis de ADN, a los ilegales argelinos, la juez decreta el ingreso en prisión provisional porque “el riesgo de fuga y ocultación son muy graves”, ya que, “a pesar del poco tiempo en España, uno de los investigados tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio y policiales de diversa naturaleza”. 

Los cuatro, asimismo, carecen de medios económicos y documentación. Las tiendas de campaña del asentamiento que se negó a limpiar el Ayuntamiento de Bildu, han sido al fin, tras la tragedia, retiradas por contravenir las ordenanzas municipales.

Manada argelina de violadores y ladrones con antecedentes

El auto judicial, al que tuvo acceso LA BANDERA, señala que se descubrió a la víctima en las inmediaciones de la carpa universitaria “tirada en un camino, encima de unas hojas, desvalida, desubicada y semiincosciente”. La atendieron unos jóvenes que paseaban por la zona y que avisaron al personal sanitario y a la policía. 

A la joven le faltaba la ropa interior y pertenencias personales (bolso, cartera y móvil). La rápida actuación de los agentes y de los sanitarios permitió activar el protocolo previsto para las agresiones sexuales. Un forense reconoció a la victima de la brutal violación y constató en su informe múltiples lesiones. 

Sin perjuicio del resultado que arroje la posterior instrucción, la juez señala en la resolución judicial que existió “una relación sexual con la víctima no consentida”. Además, añade la magistrada, dejaron a la mujer en condiciones físicas que pudieron “haber aumentado el riesgo” contra la salud de no haber recibido asistencia por los jóvenes que la encontraron. 

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