El Gobierno de Benjamin Netanyahu anunció este jueves que la operación contra la Global Sumud Flotilla concluyó oficialmente. Según el Ministerio de Exteriores, ninguna de las casi 50 embarcaciones logró romper el bloqueo naval sobre la Franja de Gaza.
“Todos los pasajeros están a salvo y con buena salud. Los estamos trasladando a Israel, desde donde serán deportados a Europa”, señaló el Ejecutivo israelí en un comunicado.
¿Qué ocurrió con la flotilla?
El convoy marítimo, integrado principalmente por activistas europeos, partió con el objetivo de denunciar el aislamiento de Gaza y llevar ayuda humanitaria. Israel lo calificó desde el inicio como una “provocación organizada” y subrayó sus supuestos vínculos con Hamás.
De las casi cincuenta embarcaciones, solo un barco sigue navegando. Las autoridades han advertido que, si entra en la llamada “zona de combate activo”, será interceptado como el resto.
Detenciones con nombres mediáticos
Entre los más de 100 retenidos figuran 40 españoles, una abogada gallega y dos nombres que han multiplicado la repercusión internacional del suceso:
- Greta Thunberg, la activista climática sueca, reconocida por sus protestas contra gobiernos y multinacionales.
- Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, que se había unido a la travesía como gesto político de apoyo a Palestina.
Israel defiende su bloqueo
Netanyahu insiste en que la medida es una cuestión de seguridad nacional. “La provocación ha terminado”, sentenció su Ministerio de Exteriores. Para Israel, dejar pasar la flotilla habría abierto la puerta al tráfico de armas hacia Gaza.
La posición israelí, sin embargo, no solo genera críticas en la ONU y en gobiernos europeos, sino también en el propio debate público, donde se cuestiona el equilibrio entre seguridad y derechos humanos.
Reacciones internacionales
Diversos colectivos propalestinos han denunciado la interceptación como una violación del derecho internacional. A su vez, en España, partidos y ONGs han pedido la liberación inmediata de los 40 ciudadanos retenidos.
El caso se suma a un contexto internacional marcado por tensiones y negociaciones en curso, como el reciente acuerdo en Ucrania tras la reunión con Putin, que demuestra cómo los conflictos abiertos siguen cruzando la agenda política global.
Contexto histórico
No es la primera vez que Israel intercepta flotillas internacionales. El precedente más conocido fue el de 2010, cuando el asalto a la Mavi Marmara provocó la muerte de nueve activistas turcos. Desde entonces, cada intento de romper el bloqueo naval termina en un fuerte pulso diplomático.
Un nuevo frente para Europa
La presencia de figuras políticas y activistas europeos —como Thunberg y Colau— convierte este episodio en un dilema incómodo para Bruselas. La UE deberá posicionarse entre su alianza con Israel y las presiones internas de los movimientos sociales.
Lo que sí parece claro es que la cuestión palestina seguirá alimentando titulares. Al igual que el encuentro entre Trump y Putin reconfigura el tablero mundial, la crisis en Gaza vuelve a recordarnos que la estabilidad internacional pende de un hilo.








