A partir de ahora, solo recibirán financiación de sus afiliados. Vamos, lo normal y lo que aquí en España, no pasa con UGT y CCOO
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha asestado un golpe sin precedentes contra los sindicatos, poniendo fin a la obligación de contribuir con ellos.
Con la firma del Decreto 149/2025, el actual gobierno argentino, suprime un mecanismo de financiación que, durante décadas, garantizó ingresos obligatorios a las centrales sindicales y a diversas organizaciones patronales.
La nueva normativa, prohíbe que los convenios colectivos de trabajo incluyan cláusulas que obliguen a empleados no afiliados a aportar económicamente a los sindicatos. A partir de ahora, únicamente quienes sean miembros activos de una organización sindical, podrán ver descontada una parte de su sueldo para el sostenimiento de la misma.
Además de a los asalariados, esta reforma también afectará a los empresarios, que hasta ahora debían financiar entidades sindicales o cámaras patronales con las que, en muchos casos, no tenían ningún vínculo real. Estos aportes, que funcionaban como una especie de «impuesto privado», eran exigidos por los convenios colectivos y trasladaban su coste a toda la economía argentina.
Este sistema de contribuciones forzosas tiene su origen en la Ley 14.250, promulgada en 1953 por el entonces presidente Juan Domingo Perón. Dicha normativa permitió que las negociaciones salariales incluyeran aportes económicos destinados a fortalecer la financiación de los sindicatos.












