Lamyae, universitaria en Navarra, señala que ciertos hispanoamericanos y magrebíes emigran esperando beneficiarse del estado de bienestar sin plantearse trabajar
El cambio de un modelo de inmigración regulada al actual de fronteras abiertas hacia un determinado perfil de extranjeros -con los problemas que genera-, encuentra una creciente oposición en España, convenientemente criminalizada por los beneficiarios del flujo de dinero público que genera semejante descontrol y, además, del voto cautivo de un segmento de población subsidiada. En este debate, Lamyae, una joven de origen marroquí que llegó a Navarra con cinco años, aporta una visión crítica sobre el cambio en la motivación de quienes llegan a España en los últimos años.
Lamyae recuerda el caso de sus propios padres, que emigraron hace décadas a la península. “El propósito con el que han venido nuestros padres no es el mismo con el que viene la gente ahora. Ellos llegaron con la intención de trabajar y ofrecer un futuro mejor a sus hijos. Las oportunidades existen en España, pero hay que ganárselas”, afirma.
‘Quieren que les regalen todo y dedicarse a disfrutarlo’
“Considero que la inmigración de hace unos años no es la misma que ahora. Antes venían a trabajar, ahora para que les regalen todo y para aprovecharse al máximo”, asegura esta estudiante universitaria en una pieza recogida por El Español.
“La gente viene con la idea de que España les va a facilitar todo, no con un propósito de trabajar, salir adelante y ayudar a su familia. Quieren que les regalen todo y dedicarse a disfrutarlo”, concluye la joven, quien insiste en que esta visión personal proviene de lo que observa a su alrededor y de la comparación con la inmigración de generaciones anteriores.
La joven marroquí señala que ciertos inmigrantes ni se plantean un esfuerzo laboral
Según Lamyae, parte de los inmigrantes procedentes de Hispanoamérica y el Magreb llegan al país con la expectativa de beneficiarse del estado del bienestar y las garantías de una democracia europea, sin plantearse un esfuerzo laboral.
La joven marroquí matiza que su crítica no se dirige a todos los inmigrantes, pero sí a aquellos que generan problemas o llegan con la expectativa de vivir de ayudas públicas. “Eso hace que los españoles también lo piensen y se refuercen los prejuicios”, subraya.








