Para el Gobierno de Kenia, la pertenencia a este grupo supondrá penas de prisión: se sitúa en la misma categoría que Al-Shabaab
El gobierno de Kenia ha declarado formalmente a la Hermandad Musulmana y a Hizb-ur-Tahrir como organizaciones terroristas. Las situá en la misma categoría que Al-Shabaab y otras redes extremistas ya prohibidas en el país.
La decisión marca un endurecimiento notable en la política de seguridad nacional. Todo frente a movimientos islamistas considerados semilleros de radicalización, tal y como confirma La Gaceta.
La medida fue oficializada el 19 de septiembre de 2025. Y lo fue mediante el Aviso Legal Nº 157, firmado por el secretario del Interior y de Administración Nacional, Kipchumba Murkomen… Y publicado en una edición especial de ‘La Gaceta de Kenia’.
Amparado en la Sección 3 de la Ley de Prevención del Terrorismo, el documento denominado ‘Orden de Prevención del Terrorismo (Declaración de Entidades Específicas)’, criminaliza toda actividad vinculada a estas agrupaciones dentro del territorio keniano.
Con la nueva normativa, como confirma La Gaceta, asociarse, financiar, reclutar o difundir propaganda en nombre de la Hermandad Musulmana o de Hizb-ur-Tahrir pasa a ser un delito. Podrá ser castigado con multas severas o incluso largas penas de cárcel.
Decreto de vigencia indefinida
El decreto tendrá vigencia indefinida, salvo que sea revocado en el futuro por el propio ministerio o por una decisión judicial.
Expertos en seguridad subrayan la relevancia de esta declaración porque Kenia se convierte en la primera nación del África oriental en prohibir a la Hermandad Musulmana. Se alinea así con países como Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin o Rusia, que ya habían catalogado a este influyente movimiento como organización terrorista.
Capacidad de adoctrinamiento ideológico
Si bien ni la Hermandad Musulmana ni Hizb-ur-Tahrir han protagonizado hasta ahora atentados de gran escala en Kenia, los servicios de inteligencia los consideran una amenaza por su capacidad de adoctrinamiento ideológico, sus tácticas de captación discreta y sus conexiones con redes yihadistas.
Durante años, Kenia ha sufrido las consecuencias de la inestabilidad en Somalia. Allí, los terroristas de Al-Shabaab están muy activos. Desde allí, el grupo islamista ha orquestado numerosos ataques letales en suelo keniano.








