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La cantante trans de Israel Dana International denuncia la traición de España

La ganadora de Eurovisión por Israel, adorada por la España LGTBIQ+WZ se pregunta ahora dónde quedó el espíritu de libertad y democracia

Sí, son las cosas de esta España del Sanchismo. La gran defensora de lo transgresor, de lo que mola al otro lado, de lo que pone a las efímeras almas nocturnas del progresismo más alter ego, ahora da la espalda a la gran estrella de Israel Dana (y no la que recorrió la Comunidad Valenciana).

En un golpe de timón que huele a rendición cobarde ante el radicalismo izquierdista, España ha decidido boicotear el festival de Eurovisión, uniéndose a un puñado de naciones acomplejadas como Países Bajos, Irlanda y Eslovenia. La excusa: la «presencia intolerable» de Israel, ese baluarte de la civilización occidental en Oriente Medio.

Pero la verdad es más cruda: bajo el influjo de un gobierno socialista que coquetea con el islamismo radical y el antisemitismo disfrazado de «solidaridad», España ha optado por el aislamiento cultural en lugar de defender los valores que un día nos hicieron grandes.

Esta decisión frente a Eurovisión no es solo un capricho televisivo; es un puñetazo en la mesa de la historia, un desprecio a la democracia israelí y un guiño descarado a los terroristas de Hamás. Amor por lo palestino, como siempre ha defendido un tal Pedro.

La gota que ha colmado el vaso ha sido el emotivo y demoledor mensaje de Dana International, la pionera transgénero que en 1998 conquistó Eurovisión con su himno a la libertad «Diva», representando precisamente a Israel.

En un post que ha sacudido las redes sociales, la cantante israelí, nacida como Sharon Cohen, interpela directamente a España con una mezcla de dolor y estupor: «¿Por qué os habéis vuelto contra nosotros y habéis anunciado vuestra retirada? ¿Ya no queréis que cantemos con vosotros? ¿Entendéis lo violenta e insultante que es esa decisión? ¿Cuánto odio y daño añade?».

Eco de traición de España

Son palabras que resuenan como un eco de traición, recordándonos cómo Dana, una mujer que desafió tabúes en una sociedad conservadora, siempre fue recibida en España con brazos abiertos, en festivales que celebraban la diversidad y los derechos humanos. Ahora eso acabó. Dana es de Israel y ya no mola. Sea o no LGTBI+QXR

Dana no se queda en la queja: defiende con pasión a su patria, ese «único país liberal de la región», donde el Orgullo de Tel Aviv atrae a cientos de miles de personas cada año, eclipsando incluso a los de Madrid o Barcelona.

«He actuado en España, en los Países Bajos, en Irlanda y en Eslovenia, y siempre fui bienvenida con calidez. Mi mensaje era de igualdad, aceptación, dignidad humana y los derechos fundamentales de cada persona», prosigue.

Y tiene razón: Israel no es el monstruo que pinta la propaganda propalestina que inunda nuestras televisiones públicas gracias a la izquierda. Es la Tierra Santa, con Jerusalén como capital eterna, cuna de las tres grandes religiones monoteístas. Es el único rincón, Israel, donde las mujeres, los homosexuales y los disidentes pueden respirar libres, mientras en Gaza o Teherán reinan la Sharia y la opresión.

Una decisión orquestada por el Sanchismo

Esta retirada española, orquestada por RTVE bajo las órdenes de un Ejecutivo que prioriza las alianzas con regímenes teocráticos sobre la amistad con aliados históricos, nos costará caro. Más de 16 millones de espectadores perdidos –España es el tercer mayor contribuyente al festival–, un vacío en la cultura pop europea y una mancha en nuestra reputación internacional.

Mientras Bélgica, con su hipocresía habitual, cortó las actuaciones israelíes en emisiones pasadas pero ahora confirma su participación en 2026, nosotros nos hundimos en el fango del boicot. ¿Es esto lo que quiere Pedro Sánchez? ¿Entregar la plaza de toros de la diversidad a los lobos del extremismo?

Desde la derecha, esta decisión es un escupitajo a los principios conservadores: defensa de Israel como frontera de Occidente contra el yihadismo, promoción de la libertad sexual sin complejos y rechazo al victimismo que enmascara el odio. España debería rectificar y alzar la voz por Dana y por todos aquellos que, como ella, luchan por un mundo donde la música una en lugar de dividir.

Porque, al final, Eurovisión no es solo un concurso: es un símbolo de lo que nos une como civilizaciones libres. Y traicionar a Israel es traicionar nuestro propio futuro.

Historia de Dana International

Dana International, nacida como Yaron Cohen el 2 de febrero de 1969 en Tel Aviv, es una de las artistas más icónicas de Israel y la primera persona abiertamente transgénero en ganar el Festival de Eurovisión.

Nació en una familia judía yemeníta de clase trabajadora en un barrio humilde de Tel Aviv. Desde muy pequeña mostró inclinación artística y una identidad femenina clara. A los 12-13 años ya se vestía y comportaba como niña, y sufría bullying constante en la escuela. A los 16 años abandonó los estudios y empezó a trabajar como drag queen en clubes nocturnos de Tel Aviv bajo el nombre artístico Dana.

En 1990, con 21 años, viajó a Londres y se sometió a la cirugía de reasignación de género, financiada en parte por la venta de su primer sencillo. Adoptó oficialmente el nombre Sharon Cohen, pero siguió usando «Dana International» como nombre artístico.

En 1993 lanzó su primer álbum, Dana International (también conocido como Danna International por problemas con la censura egipcia), que incluía versiones en árabe y hebreo. El disco fue un escándalo en Israel: los rabinos ultraortodoxos quemaron copias en manifestaciones y la llamaron «abominación». Sin embargo, se convirtió en un éxito underground entre la juventud secular y la comunidad LGTB.

El triunfo de Eurovisión

En 1998 ganó la preselección israelí con la canción «Diva». Su victoria levantó una tormenta: sectores religiosos exigieron que Israel no la enviara, pero el país la defendió como símbolo de modernidad y pluralismo.

El 9 de mayo de 1998, en Birmingham (Reino Unido), Dana International ganó el Festival de Eurovisión con 172 puntos, devolviendo el certamen a Jerusalén en 1999 (el 20º aniversario de la victoria de Milk & Honey). Su actuación con un vestido de plumas diseñado por Jean-Paul Gaultier y su mensaje de libertad la convirtieron en un icono mundial LGTB.

Carrera posterior

  • 1999: Actuó en el intermedio de Eurovisión en Jerusalén con «Free» y recibió una ovación histórica.
  • 2000-2005: Éxitos en Europa y Oriente Medio con temas como «Woman in Love» o «Cinque Milla».
  • 2011: Volvió a Eurovisión con «Ding Dong», pero quedó 15ª en la semifinal.
  • 2013: Fue jurado en el programa de talentos israelí Rising Star.
  • 2021: Actuó en el Orgullo de Tel Aviv ante 250.000 personas.

Legado

Dana International es considerada la artista trans más influyente del mundo árabe y judío. En un país rodeado de Estados donde la homosexualidad se castiga con la muerte, ella representa la cara liberal y abierta de Israel. Ha actuado en Líbano (ilegalmente), Egipto, Jordania y Dubái, y su música se escucha en discotecas de Beirut y El Cairo a pesar de las prohibiciones oficiales.

A día de hoy, con más de 55 años, sigue activa, viviendo entre Tel Aviv y Londres, y es una de las voces más respetadas en la defensa de los derechos LGTB en Oriente Medio.

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