Archivos internos revelan que el equipo de Santos Cerdán fabricó dosieres para desacreditar al magistrado del Supremo que juzga al fiscal general García Ortiz
Las cloacas de Ferraz apuntaron a Marchena. El PSOE diseñó una campaña de propaganda y desinformación para destruir la reputación del juez Manuel Marchena, uno de los siete magistrados del Tribunal Supremo que juzgan al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado de revelación de secretos.
El partido elaboró dosieres en los que atribuía sin pruebas a Marchena una supuesta relación con el excomisario José Manuel Villarejo, con el objetivo de sembrar dudas sobre su honestidad y cuestionar sus resoluciones, indica El Confidencial. El magistrado ya se encontraba en el punto de mira del PSOE y de los socios independentistas del Gobierno desde que presidió el juicio del procés en 2019.
Los documentos se redactaron entre la primavera y el verano de 2024, poco después de que Begoña Gómez, esposa presidencial, quedara imputada por sus negocios privados. Según los archivos a los que accedió el citado periódico, los autores de los dosieres fueron la asesora de Santos Cerdán, Leire Díez ; el empresario Javier Pérez Dolset; y varios periodistas afines al entorno de Ferraz.
Díez y Dolset están imputados por cohecho y tráfico de influencias y deberán declarar el próximo 17 de noviembre ante un juzgado de instrucción de Madrid. Dos fiscales también los señalaron por intentar sobornarles para obtener información sobre el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.
El pendrive que destapó la operación chavista de la cloaca de Ferraz
Los informes carecían de pruebas reales. Solo contenían referencias a grabaciones de Villarejo, en las que el excomisario mencionaba al magistrado para darse importancia ante terceros. También repetían especulaciones subvencionadas que publicaban medios cercanos al gobierno socialcomunista, como El Plural, Público, Diario Red o ElNacional.cat.
El material para la campaña bulera sobre Marchena acabó en un pendrive que Leire Díez entregó en la sede del PSOE el 3 de junio, cuando pidió su baja voluntaria como militante. Ese día la recibió personalmente Santos Cerdán, señalado como responsable de la trama. Después, el partido anunció que había remitido la memoria USB a la Fiscalía.
El caso de Marchena fue solo una parte del plan urdido contra la propia población española, porque el equipo del hoy presidiario Cerdán recopiló documentación durante más de un año para lanzar campañas difamatorias contra jueces, fiscales, policías, guardias civiles, periodistas y empresarios considerados contrarios al Gobierno.
Las maniobras durante los cinco días de Sánchez
Varias de esas filtraciones salieron a la luz durante la escenificación de Sánchez de los inexistentes cinco días de reflexión de en abril de 2024 tras la imputación de su esposa. Durante ese periodo en que Sánchez hizo dejación de funciones, en realidad se inició la estrategia que menciona hoy el citado medio.
En concreto, la fontanera Leire Díez y otros compinches se reunieron en Ferraz con Cerdán para entregarle los documentos y audios que aparecieron simultáneamente en tres grandes medios. Esa maniobra permitió al PSOE difundir el bulo de que la investigación judicial contra Gómez formaba parte de una conspiración política contra Sánchez.
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