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La DGT estudia una de las medidas más restrictivas de los últimos años

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha encendido todas las alarmas entre los conductores españoles. El organismo estudia aplicar una nueva restricción que prohibiría circular a los coches con un solo ocupante en las grandes ciudades de España.

El objetivo oficial es reducir atascos, mejorar la eficiencia de la movilidad urbana y rebajar las emisiones de CO₂. Pero, detrás de esta iniciativa, surge una ola de dudas y críticas por parte de los ciudadanos y expertos del sector.

Según fuentes del Ministerio del Interior, la medida se aplicaría primero en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, las urbes más congestionadas del país.

Allí se controlarían especialmente los accesos de entrada a las ciudades, como sucede ya con las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Así sería la medida: coches compartidos o nada

Inspirada en los carriles VAO (Vehículos de Alta Ocupación) que operan en países como Francia o Alemania, esta normativa exigiría que en el coche viajen al menos dos personas para poder circular por determinadas zonas o en horas punta.

Quien incumpla podría enfrentarse a sanciones de hasta 200 euros, además de la posibilidad de que el vehículo sea inmovilizado si se reincide.

La medida, aún en fase de estudio, no afectaría a las vías urbanas, ya que las competencias de movilidad pertenecen a los ayuntamientos. Por tanto, cada consistorio deberá aprobar sus propias ordenanzas para que la restricción sea efectiva.

Un portavoz de Tráfico lo resume así:

“No se trata de castigar al conductor, sino de fomentar el uso compartido y reducir el colapso de acceso a las grandes ciudades.”

Alternativas sobre la mesa: peaje diario o límite de coches por hogar

La DGT también maneja otras opciones complementarias para disuadir el uso excesivo del vehículo privado.

Entre ellas, establecer un peaje simbólico de un euro diario para los coches no residentes, o incluso limitar a un vehículo por vivienda en determinadas zonas metropolitanas.

En Baleares ya existe un modelo similar con restricciones horarias, y los resultados, según el informe de Tráfico, han reducido la congestión un 18% en temporada alta.

Opiniones divididas: entre el ecologismo y el hartazgo

El debate ya está abierto. Asociaciones ecologistas aplauden la iniciativa por su potencial para reducir emisiones y fomentar la movilidad compartida, pero miles de conductores la consideran una medida discriminatoria.

“Trabajo solo, salgo de madrugada y vuelvo tarde. No puedo llevar a nadie más en el coche. Esto es un castigo al trabajador”, comenta Juan José, transportista madrileño.

Los expertos en movilidad urbana advierten de que la medida podría ser contraproducente si no se refuerza la red de transporte público o los incentivos al coche compartido.

“Sin alternativas reales, esto solo genera frustración”, explica un analista de movilidad sostenible.

El Gobierno y la DGT buscan alinearse con las políticas europeas de reducción de emisiones. España tiene el compromiso de reducir un 30% las emisiones del transporte urbano para 2030, y medidas como esta son parte del plan.

En el portal de actualidad La Bandera, temas relacionados con movilidad y sostenibilidad ya están entre los más leídos, como el análisis sobre la limitación a los coches diésel de más de 10 años o el reciente artículo sobre el mejor coche de segunda mano por menos de 6.000 euros.

Además, la medida de la DGT se enmarca dentro del contexto de otras políticas controvertidas, como la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones y las crecientes multas por contaminación en Madrid y Barcelona.

Lo que viene: pruebas piloto y periodo de adaptación

Fuentes cercanas a la DGT confirman que el plan podría iniciarse con un proyecto piloto en los accesos a Madrid y Barcelona antes del verano de 2026.
Durante los primeros meses se prevé un periodo de adaptación sin sanciones, en el que los conductores recibirán avisos informativos.

El éxito o fracaso de esta medida determinará si se amplía al resto de España. En caso de aprobarse, sería la normativa de tráfico más restrictiva desde la creación de las ZBE.

Conclusión: una medida que divide a los conductores

En definitiva, la posible prohibición de circular con un solo ocupante plantea una batalla entre la sostenibilidad y la realidad del día a día de millones de españoles.
Mientras unos la ven como un paso hacia la movilidad del futuro, otros creen que es una imposición sin sentido práctico.

Lo cierto es que, con el precio del combustible disparado y el coste de vida al alza, cada nueva norma sobre movilidad impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos.

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