Los religiosos atacados no vestían clergyman y se descarta en un principio una agresión por su condición de sacerdotes
Tras la brutal agresión al párroco de la Amargura, Salvador Gil, y consciente la Diócesis de la alarma generada en Málaga y en la comunidad cristiana, ha emitido este martes un comunicado explicando lo sucedido con el testimonio de uno de los atacados.
Según el testigo, Miguel Ángel Criado, la agresión perpetrada contra él y Salvador Gil «parece fortuita a primera vista pues ninguno de los dos conocía al agresor y ninguno de los dos vestía en ese momento el clergyman, por lo que descartamos en principio que el motivo fuera nuestra condición de sacerdotes». Por el momento no se ha presentado denuncia.
Varón corpulento de 35 años ‘harto de los masones’
«El suceso ocurrió en torno a las 22.55 horas de anoche, lunes 24 de marzo de 2025, cuando Miguel Ángel Criado, párroco de El Salvador, y Salvador Gil, párroco de la Amargura, regresaban de cenar tras la charla cuaresmal que el primero había impartido en la parroquia del segundo».
Según Criado, «sucedió en la plaza San Juan de la Cruz, donde íbamos a recoger el vehículo para regresar a casa, cuando un varón de unos 35 años, corpulento, se acercó y, al grito de «estoy harto de los masones«, se abalanzó sobre nosotros. Yo pude esquivar el golpe, pero no así mi compañero que recibió un fuerte impacto en la cara y, posteriormente, al caer inconsciente, un golpe en la cabeza contra el suelo».
«El agresor continuó su marcha mientras yo acudía en auxilio de mi compañero y avisaba a los servicios de emergencia. Algunos viandantes se acercaron a interesarse por la situación, trajeron una manta y nos estuvieron acompañando. Una de las parejas señaló asimismo que habían visto hacía poco a un hombre muy nervioso por la calle dando voces solo», añade Criado.
Derrame en la cabeza del párroco que requirió ingreso en observación
Tras recuperar, a los pocos minutos, la consciencia, el sacerdote agredido permaneció aún muy aturdido durante unas horas. Trasladado en ambulancia al centro hospitalario, las pruebas diagnósticas localizaron un derrame en la cabeza que, por protocolo, requiere una vigilancia de 48 horas para ver si es absorbido de manera natural por el organismo, por lo que se encuentra ingresado en observación.
Aunque dolorido, el paciente permanece despierto y orientado, por lo que se espera que el episodio se pueda resolver en las próximas horas, concluye el comunicado de la Diócesis.








