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La directora de la Guardia Civil recibió en su despacho oficial a la fontanera Leire Díez

Según El Debate, mantuvieron otro encuentro en Ferraz, y ambos durante la campaña de las cloacas contra investigaciones de la UCO sensibles para el Gobierno

Mercedes González, actual directora general de la Guardia Civil, recibió en su despacho a Leire Díez durante los meses en que, presuntamente, la fontanera trataba de desprestigiar ciertas investigaciones de la UCO y al oficial jefe de la unidad de delitos económicos, tal y como recoge la exclusiva de El Debate.

Un encuentro previo entre Díez y González ocurrió en abril de 2024, en la sede del PSOE, antes del regreso de esta última a la dirección del Instituto Armado. En esa ocasión, según el citado medio, Díez también mostró un especial interés por la labor de la UCO y el papel del Antonio Balas, jefe del Departamento de Delitos Económicos de la UCO, añade el citado medio.

Señalamiento sin pruebas de la fontanera Leire Díez, sólo para erosionar la reputación de Balas

El pasado noviembre, indica la exclusiva, Leire Díez entró caminando en el complejo central de la Guardia Civil en la calle Guzmán el Bueno de Madrid. Esta cita, a puerta cerrada, era una solicitud directa de la propia Díez. Un miembro del gabinete de González la acompañó hasta el despacho y también estuvo presente en el encuentro.

Según las citadas fuentes, el objetivo de la fontanera consistía en comunicar comunicar supuestas irregularidades vinculadas al teniente coronel Balas. En su intervención, Díez no presentó pruebas ni realizó acusaciones claras. Solo hizo alusión a “impresiones” transmitidas por empresarios sobre presuntos comportamientos turbios del mando policial.

‘Si Balas está muerto, mejor’

La fontanera de las cloacas de Ferraz, presuntamente, coordinaba movimientos destinados a desprestigiar a jueces y mandos policiales implicados en investigaciones que afectaban al Ejecutivo y a la familia presidencial.

El historial profesional de Balas, modélico en intachable, no daba pie a ninguna artimaña para arruinar su carrera. Las fuentes señalan, sin embargo, que el objetivo ni siquiera consistía en denunciar hechos reales, sino hallar algún elemento, incluso inexistente, para socavar su reputación y debilitar su investigación.

Las ya famosas grabaciones posteriores entre Díez y el empresario Javier Pérez Dolset -autopercibido como víctima de la UCO- evidenciaron el interés por acabar con la investigación de la UCO; en la conversación, ambos afirmaron: «Si Balas está muerto, mejor».

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