La acusación sostiene que el grupo criminal dirigido por ‘Niño Guerrero’ usó territorio español para su logística y asentamiento
Estados Unidos acusa al líder del Tren de Aragua, Niño Guerrero, de dirigir una red criminal que está presente en España, entre otros países. La Fiscalía de Nueva York revela nexos con narcotráfico, terrorismo y funcionarios venezolanos en una organización que opera en varios continentes.
El documento de la acusación precisa que el grupo mantuvo presencia «en Colombia, Perú, Chile, Brasil, México y España», además de EE.UU. Esta expansión convierte a la organización en una amenaza que trasciende el hemisferio occidental.
España forma parte de la logística y expansión de la banda
La acusación federal vincula al Tren de Aragua con el Cártel de los Soles de forma operativa y estructural. La organización actuó como brazo complementario que facilitó rutas de narcotráfico, protección armada y logística para enviar cocaína desde Venezuela al mundo.
El documento, recogido por ABC, indica que el grupo utilizó territorio español como parte de su expansión, logística o asentamiento. Esta revelación abre la puerta a cooperación judicial, intercambio de inteligencia y eventuales causas paralelas en jurisdicciones europeas.
Acusación contra al líder del Tren de Aragua
La Fiscalía de Nueva York presentó este jueves una acusación federal contra Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, a quien identifica como líder histórico del Tren de Aragua. Esta organización criminal transnacional participó durante años en narcotráfico, terrorismo, tráfico de armas, secuestros, extorsión, trata de personas y lavado de dinero mientras mantenía contactos con la cúpula chavista.
Las autoridades vigilan de cerca las redes de la banda e indican en la acusación que «el Tren de Aragua operó como una organización criminal nacional e internacional, con miembros y asociados que llevaron a cabo de forma regular actividades de bandas y actos de terrorismo que trascendieron fronteras nacionales a lo largo del hemisferio occidental».
El mencionado Guerrero Flores ocupó la cúspide de una estructura jerárquica que operó desde Venezuela hacia Estados Unidos y otros países. Allí supervisó personalmente envíos de droga a gran escala, circulación de armamento de guerra y expansión internacional del grupo incluso desde prisión, con apoyo logístico y uso sistemático de la violencia.
La banda cooperó con redes de tráfico de cocaína protegidas por funcionarios del régimen venezolano, incluido el Cártel de los Soles. Esta alianza permitió consolidar rutas y control territorial.












