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La Novena Sinfonía de Beethoven cumple dos siglos

La denominada Sinfonía Coral fue el broche de oro de la carrera del compositor; se la cita como el mayor logro de la música clásica occidental

Estamos de celebración musical, y por todo lo alto. Se cumplen exactamente 200 años, dos siglos ya, de la presentación de la Novena Sinfonía del gran Beethoven.

Todo arrancó a principios de 1824, cuando varios miembros de la comunidad musical de Viena enviaron una carta a Ludwig van Beethoven solicitando que reconsiderase sus planes de estrenar su última creación en Berlín. Querían que lo hiciese en Viena, donde vivía desde 1792.

Beethoven nació en Bonn, ciudad que abandonó para centrarse en la composición musical. Alcanzó fama mundial pero desde los años 20 entró en una especie de declive. Los sonidos y el estilo de música italiana se imponían.

Beethoven no aparecía ante el público vienés desde hacía doce años. Sin embargo, y ante la petición, aceptó estrenar la Novena en Viena: fue en el teatro Kärntnertor.  

Durante toda la representación, el compositor estuvo en el escenario, de espaldas al público; dirigió a la sinfonía desde un atril. Pero el director oficial del concierto, Michael Umlauf, había dado instrucciones a los músicos de que ignoraran a Beethoven, que ya era completamente sordo.

Más de 2.000 asistentes al estreno

Fueron 2.000 los asistentes. Según testigos, y como relata National Geographic, Beethoven se retrasó varios compases en su “dirección”.

No obstante, la entusiasta respuesta al estreno presagió su acogida en la comunidad musical europea, a nivel mundial y a lo largo del tiempo.

La Novena fue el broche de oro de la extraordinaria carrera de Beethoven. En los 200 años transcurridos desde su estreno, se ha convertido en una composición esencial del repertorio orquestal y a menudo se la cita como “el mayor logro de la música clásica occidental”.

Oda a la Alegría

Uno de los motivos fue la incorporación de la Oda de la Alegría, de Friedrich von Schiller. Este texto, con su sentimiento edificante y humanitario, contribuyó a que la sinfonía se considerase un himno.

El cuarto movimiento de la Novena se ha incorporado a actos ceremoniales patrocinados por organizaciones internacionales como la UNESCO, los Juegos Olímpicos, el Consejo de Europa y la Unión Europea.

El cuarto movimiento y su mensaje de paz

El cuarto movimiento de la sinfonía contiene un mensaje de paz que tiene especial resonancia en el siglo XXI. En una sección de ese movimiento, Beethoven incorporó una marcha turca en la que aparecen dos instrumentos asociados con Turquía: el platillo y el bombo.

Dice el compositor Teddy Abrams que cada uno de los cuatro movimientos de la Novena es una única declaración musical cohesiva y coherente. “Esto, más que la innovación de utilizar un coro en una sinfonía, fue lo que la hizo revolucionaria”.

Millones de personas han visto en YouTube vídeos de esta interpretación…

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