Los introducían ilegalmente en España cobrando hasta 20.000 euros, los hacinaban en cuchitriles y los ‘pagaban’ con comida
En la decadente España de Sánchez también existen nepalíes esclavizados por mafias. La Policía Nacional ha desmantelado una organización criminal transnacional dedicada a la trata de seres humanos, favorecimiento de la inmigración ilegal y explotación laboral en el sector agrícola. Siguiendo su norma de ocultar la nacionalidad de los criminales, salvo cuando convenga políticamente, Interior se limita a señalar que la mayoría de los esclavos eran nepalíes.
En total, la operación ha permitido identificar y asistir a 322 víctimas, de las que 294 se encontraban en situación administrativa irregular. La mayoría de los explotados eran de nacionalidad nepalí, lo que dio nombre a la investigación («Everest» y «Franciskan» por una de las empresas pantalla utilizadas).
La organización operaba con una estructura jerárquica perfectamente definida: captadores en origen, intermediarios para el viaje, responsables logísticos en España y empresarios agrícolas que se beneficiaban de la mano de obra barata y sin derechos.
Los trasladaban ilegalmente a España a cambio de hasta 20.000 euros
En la operación «Franciskan-Everest», desarrollada en Albacete y con ramificaciones en Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia, han sido detenidas 11 personas y se investigan a otras 2, todas ellas presuntamente integrantes de la red.
Según el comunicado del Ministerio del Interior, la banda captaba a sus víctimas principalmente en Nepal y otros países asiáticos, trasladándolas a España de forma irregular a cambio de elevadas cantidades de dinero (entre 8.000 y 20.000 euros por persona).
Cuando pagaban salarios, eran de 3 euros la hora o en comida
Una vez en territorio español, los migrantes eran alojados en condiciones infrahumanas –hacinados en sótanos y viviendas insalubres– y obligados a trabajar en explotaciones agrícolas de Albacete y provincias limítrofes en régimen de semiesclavitud: jornadas de hasta 12 horas, salarios de miseria (a veces inferiores a 3 euros/hora) y retención de documentación.
La organización cobraba comisiones abusivas por los desplazamientos hasta los campos, por las infraviviendas que realquilaban e incluso por la comida facilitada en los lugares de trabajo.
En muchos casos, las víctimas trabajaban para la organización criminal durante meses sin sueldo, únicamente retribuyendo su trabajo con una alimentación muy básica.
322 liberados, 294 ilegales en España
Durante la fase de explotación se realizaron 12 entradas y registros en domicilios de Albacete capital y la comarca de La Roda. Los agentes intervinieron numerosa documentación falsificada, dispositivos electrónicos, 15.000 euros en efectivo y varios vehículos de alta gama utilizados por los cabecillas.
Los detenidos se enfrentan a delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, trata de seres humanos con fines de explotación laboral, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 1 de La Roda (Albacete) y coordinada por la Fiscalía de Extranjería de Albacete, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.








