Saltar el contenido

La reforma laboral de Yolanda Díaz dispara el empleo precario

La norma de 2022 ideada por la ministra comunista acorta un 10% la duración media de los contratos y dispara los ‘fijos discontinuos’

La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz entró en vigor en 2022 para reducir la precariedad limitando los contratos temporales, eliminando figuras como el contrato por obra y servicio y obligando a las empresas a priorizar contratos indefinidos. Tres años después, los datos muestran que bajó la temporalidad, aunque la duración media de los contratos se redujo un 9,5% respecto a 2019, según el Ministerio de Trabajo.

Entre enero y noviembre de 2019 se firmaron más de 20,8 millones de contratos, casi 18,8 millones temporales. En 2025, el total cayó a 14,4 millones, pero los contratos indefinidos se triplicaron hasta casi seis millones mientras los temporales bajaron a 8,4 millones. Sin embargo, la duración media pasó de 50 días en 2019 a 45,2 días en 2025, lo que deja vínculos laborales más breves pese al auge de la contratación fija.

El Gobierno se felicita por generar ‘empleo’

El acortamiento no se debe a mayor rotación general: el índice bajó de 1,36 a 1,22 entre 2019 y 2025. Esta caída viene del desplome de la temporalidad (rotación de 1,43 a 1,31), mientras que en los indefinidos subió de 1,01 a 1,06 por el fuerte crecimiento de los fijos-discontinuos.

En 2019 se firmaron apenas 250.304 fijos-discontinuos (1,2% del total); en 2025 alcanzaron 1,98 millones (13,8%), recuerda El Independiente. Esta modalidad, aunque indefinida, permite activaciones e inactivaciones sucesivas sin extinguir el contrato, ocupando el espacio que antes cubría la temporalidad.

En la práctica, los fijos-discontinuos cubren necesidades recurrentes de las empresas sin múltiples contratos temporales. Otros factores, como un mayor uso del periodo de prueba o más movilidad laboral, también contribuyen a que las nuevas contrataciones duren menos de media.

El maquillaje estadístico del drama del paro, los ‘fijos discontinuos’ y los DENOS

Los presuntos trabajadores indefinidos, que la cocina estadística socialista denomina con el oxímoron «fijos discontinuos», son personas que pasan temporadas sin empleo, salario e ingresos, (salvo cobro del paro), pero no cuentan como parados en las estadísticas oficiales del desempleo registrado.

Se inscriben como «demandantes de empleo con relación laboral» y sirven para que el paro parezca más bajo de lo real. La alta rotación generada por múltiples altas y bajas por persona consigue que las cifras de «empleo creado» que exhibe el Gobierno del marido de Begoña parezcan mejores de lo que son en términos de estabilidad real, porque un trabajador con dos o tres periodos cortos al año contribuye a múltiples «altas» en las estadísticas mensuales, aunque su jornada efectiva sea mínima (por ejemplo, solo unas semanas al año).

Por otra parte, los DENOS son el acrónimo de Demandantes de Empleo No Ocupados. Se trata de una categoría amplia de personas inscritas en los servicios públicos de empleo (SEPE) que no están trabajando (no ocupados), pero que no cuentan como parados registrados en las estadísticas oficiales mensuales del paro.

Ambas cocinas estadísticas han servido para reducir sobre el papel la cifra real del paro y la temporalidad  mientras mantienen formas de precariedad (inactividad prolongada, ingresos irregulares, rotación alta).

Deja tu respuesta

Donar

Síguenos